MADRID 20 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un implante de retina inalámbrico puede restaurar la visión central en pacientes con degeneración macular asociada a la edad (DMAE) avanzada, según los resultados de un ensayo clínico publicados hoy en el 'New England Journal of Medicine'.
La DMAE atrófica avanzada, también conocida como atrofia geográfica (AG), es la principal causa de ceguera irreversible en adultos mayores y afecta a más de 5 millones de personas en todo el mundo.
El ensayo internacional y multicéntrico fue codirigido por el doctor José-Alain Sahel, director del UPMC Vision Institute (EEUU), el doctor Daniel Palanker, profesor de oftalmología en la Universidad de Stanford (EEUU), y el doctor Frank Holz, profesor de oftalmología en la Universidad de Bonn (Alemania). También participó en el estudio el Institut National de la Santé et de la Recherche Médicale (Francia).
En el estudio, de los 32 participantes que completaron 12 meses de seguimiento, 26 (81%) lograron mejoras clínicamente significativas en su agudeza visual, y 27 participantes (84%) informaron usar prótesis de visión en casa para leer números o palabras. En promedio, los participantes mejoraron en 25 letras (aproximadamente cinco líneas) en una tabla optométrica estándar al usar el dispositivo. El 81 por ciento de los participantes obtuvo 10 o más letras.
"Es la primera vez que un intento de restauración de la visión logra tales resultados en un gran número de pacientes", afirmó Sahel, autor principal del estudio y director del Departamento de Oftalmología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh (EEUU).
"Más del 80 por ciento de los pacientes pudieron leer letras y palabras, y algunos incluso leen páginas de un libro. Esto es algo que realmente no podríamos haber imaginado cuando iniciamos este proyecto, junto con Daniel Palanker, hace 15 años", ha añadido.
A medida que la DMAE progresa, el centro de la visión se vuelve cada vez más borroso debido al daño irreversible en las células sensibles a la luz en la parte central de la retina. En una retina sana, estas células captan la luz ambiental y la transforman en pulsos eléctricos, que luego se envían a las células nerviosas que recubren la parte posterior del ojo y, finalmente, al cerebro a través del nervio óptico.
El sistema PRIMA, diseñado originalmente por Palanker, reemplaza estos fotorreceptores perdidos con un implante inalámbrico de 2x2 mm que convierte la luz en señales eléctricas para estimular las células retinianas restantes. Una cámara montada en unas gafas especializadas captura imágenes y las proyecta sobre el implante utilizando luz infrarroja cercana invisible. El implante convierte la luz en pulsos eléctricos, restaurando el flujo de información visual al cerebro. Los pacientes pueden ajustar el zoom y el contraste para mejorar la visión funcional.
El ensayo PRIMAvera incluyó a 38 participantes de 60 años o más en 17 centros de cinco países europeos: Francia, Alemania, Italia, Países Bajos y Reino Unido.
Tras un año de uso del sistema, todos los efectos adversos relacionados con el procedimiento habían remitido y la mayoría de los participantes mostraron una mejora significativa en su capacidad para leer las letras en la tabla optométrica. Un participante mejoró hasta en 59 letras, o 12 líneas.
"Si bien aún no podemos restaurar la visión completa 20/20 solo con el implante, en UPMC estamos investigando métodos que podrían mejorar aún más la calidad de vida de las personas y superar el umbral de la ceguera legal", ha afirmado Sahel.
Basándose en los resultados del nuevo estudio, el fabricante del dispositivo, Science Corporation, ha solicitado la autorización de uso clínico en Europa y Estados Unidos. UPMC fue el primer centro estadounidense en implantar el dispositivo PRIMA en 2020, en un estudio dirigido por el profesor asociado de oftalmología, doctor Joseph Martel.
Otros autores del estudio incluyen investigadores de la Universidad de Bonn; el Hospital Fundación Adolphe de Rothschild y el Hospital Nacional Oftalmológico de París; el Hospital Oftalmológico Moorfields de Londres; y la Universidad de Roma Tor Vergata, entre otros.