MADRID, 22 Ago. (EUROPA PRESS) -
Muchas enfermedades endémicas en África, como la malaria, no recibirán en estos momentos toda la atención que precisan debido al impacto que está causando el virus de ébola en el continente, y a que la población y los sistemas sanitarios estén "acostumbrados" a su alta prevalencia, según lamenta el vocal de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología clínica (SEIMC), José Antonio Pérez Molina.
"Esto se debe además a que el ébola impacta en unos sistemas sanitarios muy débiles, que ya cuentan con dificultades para atender a estos programas, y que estarán utilizando los pocos recursos de que disponen para ayudar a las víctimas del virus y controlarlo lo antes posible". "Además, si encima les exiges que para atender a los pacientes con ébola es necesaria una ampliación de medidas y recursos no sofisticados, pero sí mucho más costosos, los sistemas destinan todo lo que tienen", añade el experto.
La malaria es una enfermedad que se contagia por un mosquito y tiene cura a través de pastillas. "Todo el mundo ha oído hablar alguna vez de ella en su vida" y sin embargo "no llama la atención, la sociedad no es consciente del impacto brutal de esta patología en África", señala. Además, como "es improbable que se desarrolle en los países europeos y el miedo hacia ella no existe, esto hace que se tome menos en serio". Según el informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el año 2012 causó 650.000 muertes, de las cuales la mayoría se han producido en África Subsahariana y el 70 por ciento son niños menores de cinco años.
Aunque no hay enfermedades que producen mayores causas de mortalidad que la malaria. En palabras de Pérez Molina, "las infecciones respiratorias, como la neumonía, o las gastrointestinales, como la diarrea, aunque en España y en otros países desarrollados no se tema sufrirlas porque se sabe perfectamente que pueden superarse, están causando miles de muertes en el continente africano".
Asimismo, en el año 2012 se registraron 930.000 muertes en el mundo causadas por tuberculosis, una patología de fácil tratamiento porque "se cura para siempre con pastillas". Por otro lado, por VIH murieron 1.600.000 personas en el mundo en el mismo año, la mayoría de ellas pertenecientes al África Subsahariana.
El problema de que 'a priori' enfermedades que no son graves se conviertan en mortales en África radica en las condiciones infrahumanas en las que vive la mayoría de la población: se encuentran inmunodeprimidos, sin acceso a un sistema de salud gratuito y de calidad, y además "tienen que soportar los delitos de falsificaciones de los medicamentos que tanto se dan en el continente", comenta Pérez Molina.