MADRID, 23 May. (EUROPA PRESS) -
Un equipo multidisciplinar del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo ha desarrollado una metodología basada en técnicas de imagen que, por primera vez, ha permitido detectar la presencia de signos de dolor neuropático en los pacientes con dolor cervical crónico por un esguince cervical tras un accidente de tráfico.
El proyecto, que se ha llevado a cabo gracias a una ayuda a la investigación de la Fundación Mutua Madrileña, ha estudiado durante tres años a tres grupos de voluntarios: personas que tras un accidente de tráfico tuvieron un esguince cervical, sufrieron dolor y ahora están totalmente recuperados; personas con un esguince cervical que sufren secuela de dolor cervical crónico y un tercer grupo de personas sanas y sin dolor.
Además, se ha podido "comprobar si, tras la aplicación de un estímulo doloroso con calor en la mano, los mecanismos normales para inhibir el dolor están o no alterados", explica el coordinador de la investigación y jefe de Traumatología del Hospital de Parapléjicos, Andrés Barriga.
La técnica utilizada ha sido la espectroscopía en resonancia magnética de 3T. "Para esta finalidad se ha diseñado por parte del Servicio de Radiología de Parapléjicos, junto con ingenieros especializados, una antena de cabeza especial de 32 canales, con la que podemos identificar marcadores del dolor y ver en qué áreas del cerebro hay modificación en el perfil metabólico en determinados núcleos cerebrales, según la existencia de dolor crónico, tanto si es neuropático como somático", señala el experto.
Al medir, a través de la novedosa técnica de neuroimagen, la concentración de metabolitos en núcleos cerebrales relacionados con el dolor o con su inhibición y comprobar las alteraciones vemos que el paciente realmente no está fingiendo. Los voluntarios sanos no tienen estas alteraciones en los metabolitos y los del grupo que tuvieron esguince cervical y se curaron tampoco. "En definitiva, con el método que hemos diseñado, podemos distinguir a las personas con latigazo cervical que tienen alterados los mecanismos neuronales para inhibir el dolor de aquellas que sencillamente lo fingen", afirma Andrés Barriga.
EL ESGUINCE CERVICAL, CÓMO SE SOLUCIONA
El esguince cervical es muy frecuente. Afecta cada año a más de 25.000 españoles, y la mayoría de las veces se soluciona con un tratamiento rehabilitador y no hace falta realizar pruebas porque, en pocas semanas, el paciente mejora, pero hay un tipo de paciente que no lo hace y sufre dolor crónico.
"Lo que hemos demostrado es que, en estos pacientes, hay una cierta sensibilización central al dolor, es decir que su sistema nervioso no tiene la capacidad de inhibirlo", explica el experto, quien destaca que la alteración del mecanismo de inhibición del dolor se ha podido identificar en enfermedades como fibromialgia, en dolor neuropático, en síndromes de dolor crónico y en determinados pacientes con latigazo cervical.
El siguiente paso en esta investigación, que está pendiente de publicación, será detectar, en Urgencias o al poco tiempo del esguince, a los pacientes que pueden tener problemas para inhibir el dolor en fase aguda, es decir su predisposición natural a desarrollar dolor crónico y actuar de manera precoz para evitar que el dolor se cronifique. "De esta manera podemos adelantar la terapia, tratarlos por ejemplo con técnicas de neuromodulación o aplicar la medicación más adecuada, lo que sería de gran utilidad", señala el experto.