MADRID, 14 May. (EUROPA PRESS) -
Idcsalud Hospital General de Catalunya ha incorporado al servicio de rehabilitación el tratamiento por ondas de choque, un mecanismo que imprime una percusión acústica muy acelerada, con picos de energía extremadamente altos sobre una zona concreta para ir reparando las fibras dañadas.
La terapia de las ondas de choque, fundamentalmente, acelera la síntesis del colágeno. Se trata de un proceso de formación que mejora la calidad de las fibras de los tendones haciéndolas más densas y rígidas. Además, estas pulsiones acústicas provocan micro-roturas de capilares en el tendón y el hueso, creando nuevas arteriolas y mejorando el riego sanguíneo y la oxigenación.
Este método está basado en la litotricia: la eliminación de cálculos renales a partir de pulsiones acústicas. Aunque, en contraste con este, la terapia de ondas de choque no desintegra tejidos sino que los regenera mediante la estimulación de efectos biológicos intersticiales y extracelulares.
PULSO ÚNICO
En concreto, el tratamiento se caracteriza por su pulso único, a diferencia de la oscilación periódica de las ecografías. De hecho, está ganando presencia en los centros de rehabilitación física y deportiva, debido a que las ondas de choque son mucho menos agresivas que las infiltraciones o las intervenciones quirúrgicas, reducen drásticamente el intervalo de recuperación y aceleran el regreso a la actividad física.
"La tasa de éxito está entre el 77 y el 80 por ciento. Al tratarse de una terapia acumulativa, el paciente puede notar una gran mejoría a partir de la tercera sesión", ha explicad el jefe del servicio de Rehabilitación de idcsalud Hospital General de Cataluña, Jesús Tinoco.
Aunque no es recomendable practicar deporte intenso 48 horas después de una sesión de ondas de choque es importante combinar el tratamiento con ejercicios regulares de rehabilitación. Finalmente, los especialistas de idcsalud Hospital General de Cataluña han subrayado la eficacia de las ondas de choque en tendinitis cálcicas, epicondilitis o epitrocleitis, fascitis plantar, u otras lesiones plantares y de talón, así como en síndromes facetarios.