Hospitales andaluces trabajan en proyecto europeo para mejorar diagnóstico de enfermedades autoinmunes

Investigadores del Hospital Reina Sofía
EUROPA PRESS/JUNTA
Actualizado: martes, 7 octubre 2014 0:20

CÓRDOBA 24 Mar. (EUROPA PRESS) -

Investigadores del Hospital Reina Sofía de Córdoba participan en un proyecto europeo que tiene como objetivo mejorar el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades sistémicas autoinmunes, un grupo de patologías caracterizado por una disfunción del sistema inmunitario que ataca a más de un órgano.

El proyecto, en el que participan también grupos de investigación de los hospitales San Cecilio (Granada) y Regional de Málaga, junto con 28 entidades internacionales, del ámbito público y privado, está liderado por profesionales del sistema sanitario público de Andalucía del centro de investigación oncológica Genyo, en Granada, según ha informado la Junta de Andalucía.

El trabajo, coordinado por Marta Alarcón Riquelme, investigadora principal en Genyo y referente del proyecto, ha comenzado este mes de febrero, tiene una duración de cinco años y cuenta con un presupuesto total de 22,7 millones de euros, cofinanciado por la Iniciativa de Medicamentos Innovadores de la Unión Europea y la Federación Europea de Asociaciones e Industrias Farmacéuticas. Se trata del único proyecto de estas características en Andalucía y de uno de los dos únicos que existen en todo el país.

Denominado 'Precisesads', en él participa una extensa red de expertos europeos de pequeñas y medianas empresas biomédicas, farmacéuticas, administraciones públicas, universidades, profesionales sanitarios e investigadores, en total, 28 instituciones de 12 países que trabajarán juntas durante 5 años en la creación de un mapa molecular que pueda servir de base para desarrollar nuevos tratamientos para las enfermedades autoinmunes.

En este sentido, en el marco del proyecto se estudiarán al menos 2.000 pacientes afectados de lupus eritematoso sistémico; esclerosis sistémica progresiva o escleroderma; síndrome de Sjögren --enfermedad caracterizada por afectar a las glándulas encargadas de producir saliva, lágrimas o secreciones mucosas pero que además está considerada también una enfermedad reumática--; artritis reumatoide; y el síndrome antifosfolípido --estado autoinmune que aumenta el riesgo de trombosis tanto en arterias como en venas y ciertas complicaciones relacionadas con el embarazo, como abortos espontáneos, muerte fetal o partos prematuros--.

Lo que se pretende es buscar perfiles moleculares comunes entre quienes padecen estas enfermedades, para lo cual, además, se compararán con 600 individuos sanos a fin de determinar únicamente aquellas características moleculares que causan la enfermedad.

Con este proyecto "esperamos encontrar los mejores biomarcadores para que, una vez conocidos y estudiados, acelere el proceso de diagnóstico y tratamiento para estas enfermedades", explica la científica Marta Alarcón. Los resultados del trabajo permitirán crear una nueva clasificación molecular de las enfermedades sistémicas autoinmunes, algo que nunca se había intentado antes.

Según los expertos, muchos pacientes presentan criterios pero no han sido diagnosticados de forma definitiva para ninguna de las enfermedades mencionadas. En este sentido, este proyecto tiene también como objetivo determinar si estos enfermos comparten características moleculares con estas enfermedades para poder ayudar así a su diagnóstico temprano.

INVESTIGACIÓN COLABORATIVA E INTERCAMBIO DE CONOCIMIENTO

Proyectos como éste permiten el intercambio de conocimiento entre expertos de distintos puntos del mundo y fomentan una investigación colaborativa, lo que propicia, además, que se compartan los recursos disponibles en cada uno de los centros participantes. Todo ello, con el fin último de mejorar la calidad de vida de los pacientes con enfermedades autoinmunes.

Por otra parte, en el proyecto están presente instituciones como el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge, el Instituto Karolinska de Suecia, la Universidad de Ginebra, entre otros, y las empresas Althia, Bayer, Sanofi-Genzyme y la multinacional UCB, coordinadora de la vertiente farmacéutica del proyecto y representante de las entidades que participan en él y que dependen de la Federación Europea de las Asociaciones de Industrias Farmacéuticas.