MADRID 15 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Hospital Ruber Internacional ha adquirido un equipo de video-urodinamia recientemente, convirtiéndose en el único hospital privado de Madrid que dispone de dicho equipamiento en su unidad de urología funcional.
La video-urodinamia es una prueba cuya duración oscila entre los 45 minutos y 60 minutos. Es muy útil para estudiar ciertos casos de incontinencia (de urgencia y esfuerzo) o de obstrucción urinaria, es decir, pacientes con dificultad para realizar la micción.
Tal y como ha explicado el urólogo del Hospital Ruber Internacional, Ignacio Galmés, con esta técnica se introduce un líquido con contraste radiológico y tenemos un aparato de rayos que nos permite ver imágenes de la vejiga durante el llenado y de cómo se produce la fase de vaciado.
Según afirma el doctor Galmés, gracias a este control radiológico es posible comprobar cómo es la vejiga, su capacidad y su comportamiento, además de disponer de todos los datos propios del estudio urodinámico convencional.
La video-urodinamia aporta información muy útil en alrededor del 30% de los casos donde no resulta posible determinar el origen del trastorno funcional de la vejiga solo con el estudio convencional. Asimismo, es fundamental para estudiar a pacientes con vejiga neurógena.
Esto es, aquellas disfunciones de la vejiga causadas por un daño neurológico, ya sea un traumatismo, un tumor o un proceso infeccioso. Como destaca el doctor Ignacio Galmés, la vejiga necesita de una coordinación e integración muy compleja para que todo funcione correctamente.
Así, mientras se llena la vejiga, el esfínter o el cuello de la vejiga deben permanecer cerrados para evitar que se escape la orina.
Cuando se decide empezar a orinar, el esfínter tiene que relajarse y la vejiga contraerse consiguiéndose el vaciado completo.
"Los pacientes con problemas neurológicos pueden tener alterados cualquiera de los niveles de ese control y, como consecuencia de ello, su vejiga no funciona correctamente", ha indicado Galmés.
El principal problema de las vejigas neurógenas es que su alteración funcional no es estable, sino que puede cambiar a lo largo del tiempo.
Según asevera el urólogo, lo que hoy es un problema de obstrucción mañana podría ser un problema de incontinencia.
"En estos pacientes cada cierto tiempo conviene repetirles el estudio de video-urodinamia, sobre todo si empiezan a no sentirse bien", ha detallado el experto. Por otro lado, gracias a la información que ofrece este procedimiento, es posible plantear intervenciones quirúrgicas que ayuden a resolver el problema y mejorar la situación clínica del paciente.
Esto es lo que ocurrió con el primer paciente al que se realizó este estudio en el Hospital Ruber Internacional. Según el doctor Ignacio Galmés, se trataba de un paciente con una vejiga neurógena secundaria a un traumatismo de la columna que tenía grandes dificultades para orinar.
"Cuando le hicimos el estudio diagnóstico, comprobamos que no lograba abrir el cuello de la vejiga cuando quería orinar. A este paciente le propusimos infiltrar el cuello de la vejiga con toxina botulínica (botox) para conseguir que se relajara y abriese con facilidad en el momento de la micción", ha explicado.