MADRID 2 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Hospital Nisa Pardo de Aravaca ha inaugurado la nueva Unidad de Neurocirugía Funcional, un servicio que permitirá tratar la enfermedad del Parkinson y disminuir sus efectos a través de los avances "más novedosos" en estimulación cerebral profunda (ECP).
En concreto, el tratamiento incorpora el uso de sistemas direccionales, que permiten conformar la estimulación cerebral en función de las necesidades individuales de cada paciente. De hecho, se puede estimular, tanto alrededor del electrodo como de forma focalizada, sólo hacia una dirección específica del mismo, y se evita incidir en otras zonas innecesarias, lo que hacen que sea un tratamiento "absolutamente innovador y diferencial".
De esta manera, se optimizan los resultados y se reducen los efectos adversos asociados a esta técnica. La segunda: el tratamiento incluye los sistemas con la mayor longevidad en este tipo de terapias, por lo que disminuye la necesidad de recambios.
El equipo al cargo de este servicio está liderado por los doctores Juan Antonio Barcia y Fernando Seijo, pioneros en la introducción en España de nuevas tecnologías para el tratamiento de enfermedades neurológicas. Ambos acumulan una amplia experiencia asistencial, investigadora y docente y más de 725 implantes de ECP.
Además de la enfermedad de Parkinson, la Unidad de Neurocirugía Funcional podrá tratar a pacientes diagnosticados de distonía, es decir, trastornos del movimiento que producen contracciones involuntarias de los músculos, temblor esencial, así como a pacientes de dolor neuropático. Finalmente, algunas enfermedades psiquiátricas también pueden ser abordadas con este tipo de tratamientos.
Y es que, a través del tratamiento de ECP, el equipo médico puede reducir notablemente los efectos de la Enfermedad de Parkinson como, por ejemplo, temblores, y rigidez, dolor o torsiones musculares. Además, los pacientes mejoran su día a día, su dosis de medicación se reduce y, por tanto, también algunos de los efectos secundarios asociados a ella.