MADRID, 23 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Hospital Gregorio Marañón, junto la Clínica Mayo y el Consejo Internacional de Prevención y Rehabilitación Cardiovascular, han llevado a cabo el primer estudio en el mundo sobre la situación y calidad de los programas de Rehabilitación Cardiaca.
La rehabilitación cardiaca es una parte esencial en el tratamiento de los pacientes con enfermedad cardiovascular, pero el estudio ha concluido que estos programas están implantados en menos de la mitad de los países de todo el mundo, ha informado el Gobierno regional en un comunicado.
Este tipo de tratamiento ha demostrado mejorar varios parámetros importantes para el enfermo, incluyendo su capacidad de ejercicio, control de los factores de riesgo, funcionamiento social y bienestar psicológico; disminuyen, además, los reingresos y la mortalidad.
El consejero en funciones de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, ha visitado la Unidad de Rehabilitación Cardiaca del Servicio de Cardiología del Hospital Gregorio Marañón, la más activa en España, ya que anualmente atiende una media de 500 pacientes.
La rehabilitación cardiaca está indicada tras evento cardiaco isquémico, cirugía valvular, trasplante cardiaco o bypass y también en pacientes con angina de pecho y aquellos que presentan insuficiencia cardiaca.
Consiste en un programa de reacondicionamiento, con entrenamiento del esfuerzo físico, que contribuye a su reincorporación a la vida cotidiana, a mejorar la calidad de vida diaria y a prevenir nuevos accidentes cardiacos.
El objetivo del trabajo de investigación era definir y comparar la naturaleza de los programas de rehabilitación cardiaca por países, así como la capacidad de estos programas en relación a la prevalencia de patología cardiaca isquémica.
Este ha desvelado que solo uno de cada 12 pacientes que han sufrido un evento cardiaco isquémico tiene acceso a rehabilitación cardiaca, cuando actualmente más de 20 millones de personas viven con enfermedades cardíacas en todo el mundo y sin estos programas tienen un mayor riesgo de sufrir episodios cardíacos recurrentes y tienen una calidad de vida reducida.
Casi la mitad de los países del mundo no tienen absolutamente ningún programa de rehabilitación, por lo que estos pacientes tienen más riesgo de morir o sufrir otro evento cardiaco, siendo el continente africano y el sureste de Asia los que tienen la mayor necesidad de incrementar este tipo de programas junto con India, China y Rusia.