El Hospital de Alicante forma a especialistas de España y Portugal para taponar un vaso sanguíneo en cuatro minutos

Especialistas de Radiología Vascular e Intervencionista
HOSPITAL DE ALICANTE
Actualizado: martes, 17 diciembre 2013 20:41


ALICANTE, 16 Ago. (EUROPA PRESS) -

La sección de Radiología Vascular e Intervencionista del Hospital General de Alicante ha organizado un taller en el que diez especialistas de España y Portugal han adquirido, entre otros conocimientos, formación para taponar vasos sanguíneos en cuatro minutos.

Este departamento, dirigido por el doctor Francisco de España, ha desarrollado la quinta edición del 'Curso-Taller de Embolización Vascular con Hidrocoil', centrado en la implantación de 'hidrocoils' como método de embolización, según ha informado la Consejería de Sanidad en un comunicado.

"La embolización es un método habitual utilizado por los radiólogos vasculares intervencionistas para cerrar, tapar arterias o venas que están sangrando por distintos motivos, como traumatismos post accidentes de trafico, post partos difíciles, sangrados intestinales espontáneos, aneurismas rotos o no, y otras causas múltiples", ha explicado De España.

El procedimiento consiste en la canalización, habitualmente, de la arteria femoral, por la que los especialistas introducen un catéter de 1,3 milímetros que, tras la realización de una arteriografía, "permite visualizar un mapa vascular que orienta para navegar y negociar por el interior de las arterias hasta aproximar el máximo posible al punto sangrante, que puede estar en cualquier parte del cuerpo", ha precisado.

Además, el doctor ha apuntado que "en algunos, casos las arterias son tan pequeñas", menores de un milímetro, que los especialistas "se ven obligados" a utilizar micro catéteres de 0,30 milímetros para aproximarse al máximo al punto sangrante para tapar y embolizar en su proximidad, cerrando el sangrado.

NOVEDAD DEL PROCEDIMIENTO

Así, ha añadido que "lo novedoso" de la embolización con 'hidrocoil' es que está formado por una espiral de base metálica, de diámetros variables, y recubierta de un hidrogel, que al contacto con la sangre crece en su diámetro, adaptándose a la morfología del sitio donde se suelta, consiguiendo de una manera rápida, "unos cuatro minutos", taponar el vaso, que dejaría de sangrar.

"También el método de suelta eléctrico, que permite el reposicionamiento del 'hidrocoil' hasta que quede perfectamente situado, otorga una seguridad y tranquilidad en estos procedimientos tan dificultosos e importantes", ha manifestado.

A su juicio, "sin duda, el gran beneficiado de todas estas técnicas tan especiales" es el paciente, al que, tal y como ha indicado, se le resuelve el problema de sangrado "tan importante" con una intervención "poco agresiva, rápida, muy resolutiva y no dolorosa, que habitualmente no necesita anestesia más que local en la piel, y casi sin complicaciones, comparativamente al método quirúrgico habitual al que sustituye".