MADRID, 10 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un estudio publicado realizado por investigadores norteamericanos explica que es hora de abandonar la práctica de la protección del paciente en radiología, ya que, como afirman, los riesgos que conlleva la protección del paciente superan el poco beneficio que existe.
La protección del paciente se introdujo por primera vez como un reglamento en 1976 y la redacción no ha cambiado desde que se lanzó la versión inicial. El reglamento estaba destinado a proteger de los riesgos hereditarios de la exposición a la radiación. Sin embargo, como señalan los autores de este estudio, miembros de la sociedad de radiología de Estados Unidos 'ARRS', no se han observado efectos hereditarios en los seres humanos en las cuatro décadas posteriores a la introducción de la regulación.
Los autores también señalan que las dosis de radiación "han disminuido significativamente en las últimas décadas gracias a los avances en la tecnología de imágenes. Por ejemplo, las dosis de radiación para pacientes que se someten a exámenes anteroposteriores de pelvis han disminuido más del 96 por ciento en los últimos años".
Asimismo, la investigación, que ha sido publicada en 'American Journal of Roentgenology', revela que a medida que más tecnologías de imágenes se basan en el control automático de la exposición, los protectores del paciente pueden provocar un aumento de las dosis de radiación y una disminución de la calidad de la imagen si obstruyen el campo de visión.
Aseguran que, aunque la necesidad de abandonar esta práctica es clara, corresponde a los profesionales de la salud ayudar a los pacientes a sentirse seguros de la atención que reciben, "esto es especialmente importante con respecto a los problemas de riesgo de radiación, para los cuales la información errónea es desenfrenada. En consecuencia, cómo abordar las inquietudes de los pacientes a medida que las instalaciones dejan de proporcionar la protección del paciente debe considerarse".