MADRID, 14 Jun. (EUROPA PRESS) -
El historial clínico de los donantes de glóbulos rojos no influye en el riesgo de muerte entre los pacientes que reciben su sangre, según una nueva investigación sobre más de un millón de receptores, que se suma a la creciente literatura que analiza si las características de los donantes de sangre, como el sexo, la edad o el historial de embarazos, afectan la supervivencia de los pacientes transfundidos.
La investigación, que utilizó tres grandes bases de datos de donantes y receptores y financiada por el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI, por sus siglas en inglés), que forma parte de los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos, ha sido publicado en la edición online del 'Journal of the American Medical Association'.
Estudios anteriores han sugerido que las mujeres con antecedentes de embarazo deben ser excluidas de donar productos sanguíneos como el plasma, la porción líquida de la sangre, porque contiene anticuerpos que las mujeres embarazadas desarrollan cuando están expuestas a la sangre fetal. El plasma de mujeres que han tenido algún enbarazo se ha relacionado con una complicación potencialmente mortal llamada lesión pulmonar aguda vinculada la transfusión (TRALI, por sus siglas en inglés).
Sin embargo, el nuevo estudio sobre transfusiones de glóbulos rojos (no plasma) no ha encontrado un mayor riesgo de muerte en receptores de glóbulos rojos de mujeres embarazadas.
"El NHLBI está a cargo de realizar y apoyar investigaciones que mejoran el suministro de sangre y los resultados en los receptores transfundidos --explica Simone Glynn, jefa de la Rama de Epidemiología de la Sangre y Terapéutica Clínica en el NHLBI--. Los resultados son tranquilizadores en el sentido de que la supervivencia de los pacientes que se transfundieron con glóbulos rojos no parece estar asociada con si la sangre que recibieron fue donada por un hombre, por una mujer que había estado embarazada u otra que nunca lo había estado".
Los científicos analizaron los datos del Estudio de Evaluación de Donaciones y Epidemiología de Receptores apoyados por el NHLBI-III (REDS-III), un programa de investigación grande y multicéntrico centrado en garantizar resultados saludables en donantes y receptores de transfusiones, así como la seguridad y disponibilidad de productos sanguíneos transfundidos en Estados Unidos y en el extranjero.
Los datos del sistema de atención médica de Kaiser Permanente Northern California (KPNC) y la base de datos de donaciones y transfusiones de Escandinavia (SCANDAT) de Suecia y Dinamarca también se utilizaron para los análisis. Juntos, los tres grupos proporcionaron datos sobre más de 1 millón de pacientes que habían recibido transfusiones de glóbulos rojos entre 2003 y 2016.
La edad media de los receptores fue de 64 años en la cohorte REDS-III, 71 años en la cohorte KPNC y 72 años en la cohorte SCANDAT. En las cohortes KPNC y SCANDAT, cada paciente recibió en promedio tres transfusiones por hospitalización; en las cohortes REDS-IIII, cada una recibió dos, y los científicos ajustaron esas diferencias en sus análisis.
Los investigadores no encontraron asociaciones significativas entre la mortalidad de los pacientes y las transfusiones de glóbulos rojos de las donantes que habían tenido hijos, previamente embarazadas y nunca embarazadas, o de los donantes del sexo opuesto. Este hallazgo se aplicó a los receptores de transfusiones de hombres y mujeres, independientemente de la edad.
Incluso en el caso de donantes femeninas que dieron a luz por primera vez durante el período de estudio y continuaron donando sangre, un grupo analizado en detalle en la cohorte de SCANDAT, los investigadores no encontraron ningún efecto sobre el riesgo de muerte entre las pacientes transfundidas con su sangre.
"Observamos a tres grupos de donantes, y después de un ajuste cuidadoso para el número de transfusiones, no encontramos ninguna evidencia de una asociación --asegura Nareg Roubinian, autor principal del estudio e investigador clínico en la División de Kaiser Permanente de Research, Vitalant Research Institute y la Universidad de California--. Dados los diferentes lugares y tamaños geográficos de las cohortes, este hallazgo fue muy consistente y convincente".
Por su parte, Gustaf Edgren, autor del estudio e investigador principal en el Departamento de Medicina Solna del Instituto Karolinska en Estocolmo (Suecia), añade que "las transfusiones son procedimientos muy comunes, y nuestros hallazgos aseguran que la práctica actual es segura y no es necesario cambiarla". En todo el mundo, más de 80 millones de unidades de glóbulos rojos se transfunden anualmente.
El siguiente objetivo de los investigadores es averiguar si otros factores de los componentes y del donante de sangre podrían plantear problemas médicos en pacientes transfundidos, centrándose en grupos de adultos y pacientes pediátricos con transfusión crónica.