El hidrógeno molecular puede mejorar el tratamiento del dolor crónico

Investigadores del Grupo de Neurofarmacología Molecular que coordina Olga Pol en el Instituto de Investigación de Sant Pau y en el Instituto de Neurociencias de la UAB
Investigadores del Grupo de Neurofarmacología Molecular que coordina Olga Pol en el Instituto de Investigación de Sant Pau y en el Instituto de Neurociencias de la UAB - UAB
Publicado: miércoles, 14 diciembre 2022 13:23

MADRID, 14 Dic. (EUROPA PRESS) -

El hidrógeno molecular puede mejorar el tratamiento del dolor crónico, según un estudio llevado a cabo por investigadores del Grupo de Neurofarmacología Molecular, coordinado por Olga Pol en el Instituto de Investigación de Sant Pau y en el Instituto de Neurociencias de la UAB, y que ha sido publicado en la revista 'Antioxidants'.

En concreto, en el trabajo se han analizado los efectos de administrar a ratones modelos de dolor neuropático agua enriquecida con moléculas de hidrógeno, un tratamiento que ya había demostrado efectos positivos en trastornos neurológicos, como el Alzheimer o la depresión.

Los resultados han demostrado que esta estrategia puede ser una buena candidata para el tratamiento del dolor neuropático y los trastornos emocionales asociados, tanto por sus efectos analgésicos y antiinflamatorios, como por sus propiedades ansiolíticas y antidepresivas.

"Este tratamiento puede paliar no sólo el dolor que provoca una lesión nerviosa, sino también los estados de ansiedad y depresión que le acompañan, lo que mejoraría sustancialmente la calidad de vida de los pacientes. Esto es importante porque puede permitir un tratamiento más efectivo y global del dolor neuropático con menos efectos secundarios", ha explicado Pol.

En el estudio, el tratamiento se ha administrado a los ratones de forma inyectada, pero en el futuro se probarán otras vías como la oral. Los próximos pasos serán investigar cómo funciona el tratamiento en modelos animales de dolor asociado al haber realizado quimioterapia, ya que en muchas ocasiones los pacientes oncológicos presentan dolor neuropático como efecto secundario al tratamiento. También evaluar sus efectos sobre los déficits de memoria y emocionales que también pueden sufrir estos mismos pacientes.