Hidroablación, nueva alternativa para operar la hiperplasia benigna de próstata

Cirugía de hiperplasia benigna de próstata
CLÍNICA CEMTRO
Actualizado: lunes, 11 diciembre 2017 16:43

MADRID, 11 Dic. (EUROPA PRESS) -

El equipo de Urología de la Clínica Cemtro y el Instituto de Cirugía Urológica Avanzada (ICUA), en Madrid, ha probado con éxito una nueva técnica de hidroablación para el tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata que permite preservar la función eyaculatoria en el 90 por ciento de los casos.

Para ello, utilizan un sistema robotizado de inyección de agua a presión conocido como 'AguaBeam' que ha demostrado su equivalencia en eficacia, seguridad y calidad de vida con la resección transuretral de la próstata, el tratamiento de referencia para esta enfermedad.

El jefe del Servicio de Urología de la Clínica CEMTRO y director del Instituto de Cirugía Urológica Avanzada (ICUA), Fernando Gómez Sancha, reconoce que esta alternativa está pensada para pacientes que quieran orinar con normalidad y mejorar su calidad de vida pero sin perder su función eyaculatoria.

"No existe limitación en el tamaño de la próstata pero no está indicada en pacientes a los que hay que practicarles una desobstruccion completa. A diferencia de otras técnicas, con ésta ya se ha elaborado un estudio previo que ofrece datos para su aplicación real en pacientes, lo cual es realmente interesante", ha destacado.

La técnica integra un sistema de planificación robotizado, una ecografía y un endoscopio. Una vez que el urólogo planea el tratamiento del paciente, el robot ejecuta la ablación. Se coloca un endoscopio en la uretra que está acoplado al sistema de inyección de agua y el chorro de agua realiza un movimiento oscilatorio más o menos fuerte dependiendo de cuánto tejido haya que eliminar.

Después, se realiza una ecografía transrectal que permite comprobar la planificación del procedimiento en la pantalla del ordenador. "Se monitoriza en tiempo real de modo que ves en la ecografía si lo que has planeado es lo que se está haciendo y lo puedes detener y reiniciar en cualquier momento", ha explicado Gómez Sancha.

Y al terminar el proceso, se coloca una sonda vesical con un balón que comprime la fosa prostática de manera que al salir de quirófano el riesgo de sangrado para el paciente es muy bajo y tras 2 días se le da el alta hospitalaria.

GRAN MEJORÍA EN LOS SÍNTOMAS Y MENOS EFECTOS SECUNDARIOS

Un estudio multicéntrico internacional ha demostrado que el uso de esta nueva técnica produce una gran mejoría en los síntomas del paciente, un aumento sustancial en las tasas de flujo urinario y un menor riesgo de efectos secundarios sexuales en comparación con la resección transuretral de próstata.

El análisis, que se realizó sobre 275 pacientes entre 40 y 80 años con próstatas hasta 80 gramos, concluyó que la hidroablación protege la función eyaculatoria en un 90 por ciento de los casos; mientras que la tasa de incontinencia urinaria era menor; y que existía equivalencia en cuanto a la eficacia, seguridad y calidad de vida en el tratamiento de próstatas de gran tamaño.

Asimismo, se comprobó que los pacientes sometidos a la hidroablación experimentaban menor irritación tras la micción después de la cirugía, debido a que la técnica no utiliza energía.

"Esto permite que operemos a más pacientes en menos tiempo, por lo que reducimos los tiempos de quirófano", según Gómez Sancha, que también ha destacado la facilidad de manejo de la técnica de modo que "prácticamente elimina al cirujano de la ecuación".