MADRID, 26 Oct. (EUROPA PRESS) -
El síndrome de Tourette se caracteriza por una heterogeneidad en la manifestación de los síntomas y la evolución y causas de la enfermedad que impiden que exista un tratamiento óptimo para un número importante de casos.
Así lo ha destacado Pablo Mir, de la Unidad de Trastornos del Movimiento del Servicio de Neurología del Instituto de Biomedicina de Sevilla, durante la conferencia magistral de las XII Jornadas Científicas de la Fundación Alicia Koplowitz que se celebran en Madrid.
Este trastorno del neurodesarrollo se caracteriza por tics, y se asocia frecuentemente a comorbilidades y complicaciones psiquiátricas que a menudo pueden perdurar hasta la etapa adulta. Durante su conferencia, Mir revisó los principales avances sobre los mecanismos fisiopatológicos de la enfermedad, que incluyen las alteraciones descritas en los circuitos córtico-estriado-talámo-cortical y en el sistema dopaminérgico.
Asimismo, mostró una visión evolutiva del trastorno, ofreciendo datos que ayudan a comprender los casos más complejos y graves, la falta de mecanismos compensatorios de control de tics en algunos pacientes, así como la importancia de los impulsos premonitorios como síntoma central de la gravedad del síndrome.
Mur ha reconocido que recientes estudios relacionados con la genética de la enfermedad ha arrojado luz sobre nuevos mecanismos y rutas moleculares, como son el papel de los factores neurotróficos, la producción de histamina, o proteínas relacionadas con la adhesión, migración y polaridad celular.
Y en relación con los avances en la terapia de este síndrome, ha puesto especial énfasis en la estimulación cerebral profunda, aunque hay que seguir investigando para poder ampliar los tratamientos al mayor número posible de casos.
Durante la jornada inaugural se celebraron tres mesas redondas sobre 'El mundo de los niños', 'El desarrollo cognitivo en la niñez' y 'Trastornos del neurodesarrollo', así como la conferencia de becarios que, en esta ocasión, corrió a cargo de la doctora Lorena Fernández de la Cruz, psicóloga clínica que actualmente trabaja en el Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia) y que se centró en factores de riesgo del trastorno obsesivo compulsivo (TOC).