MADRID, 3 May. (EUROPA PRESS) -
Los especialistas del departamento de Andrología Clínica de Crea han hallado la forma de conocer la existencia de alteraciones relacionadas con la integridad del ADN de los espermatozoides, lo que permitirá reducir los fallos de implantación y los abortos de repetición.
En concreto, han estudiado las roturas que afectan a ambas cadenas de esta molécula en la que se encuentra la información genética que el espermatozoide debe transportar hasta el óvulo. Entre otras consecuencias, estas lesiones pueden dar lugar a abortos de repetición o fallos de implantación tras la realización de tratamientos de reproducción asistida, han explicado desde la entidad.
"La presencia de roturas de doble cadena de ADN en un alto porcentaje de espermatozoides se ha relacionado con peores tasas de fecundación, incluso por microinyección espermática (ICSI), así como con una mayor probabilidad de detención en el desarrollo embrionario", ha comentado el codirector de Crea y director del Departamento de Andrología Clínica, Miguel Ruiz Jorro.
Se sabe "que existen determinadas patologías que provocan roturas en el ADN de los espermatozoides. A mayor número de lesiones, menor será la integridad del material genético, así como las probabilidades de que se produzca un embarazo a término, especialmente si las roturas afectan a las dos cadenas del ADN, en cuyo caso, además, puede suponer un riesgo genético para la descendencia", ha continuado explicando.
Por ello, "determinar la causa que produce la fragmentación y analizar el tipo de rotura que existe es fundamental para mejorar el pronóstico en parejas con infertilidad de origen masculino", ha concluido.
FRAGMENTACIÓN DEL ADN ESPERMÁTICO
El procedimiento desarrollado por Crea se basa en el marcado de las histonas de los espermatozoides, un componente de su ADN que se modifica cuando existe una rotura doble en esa zona del ADN.
Se trata de un sistema de marcado que se utiliza frecuentemente en otras células del organismo, "pero hacerlo en espermatozoides representaba una mayor complicación por lo extraordinariamente compactado que se encuentra su ADN, cientos de veces más que en otras células somáticas. Hasta que, finalmente, descubrimos la forma de hacerlo, algo que nos ha llevado mucho tiempo y mucho esfuerzo por parte de todo el equipo", ha argumentado el doctor.
"A través del estudio que hemos realizado en nuestro laboratorio pretendemos, no solo lograr un método sencillo para detectar la incidencia de espermatozoides con roturas de doble cadena, sino valorar la posible relación de estas con la presencia de aneuploidías y con los resultados de los tratamientos de reproducción asistida, en relación a diferentes conceptos como la iniciación de la activación ovocitaria, la tasa de fecundación, la tasa de división, la tasa de formación de blastocistos, la euploidía embrionaria, la tasa de implantación, la tasa de gestación clínica, la tasa de aborto, la tasa de parto y la tasa de anomalías en el recién nacido", ha concluido.
LAS ROTURAS DEL ADN Y SU RELACIÓN CON LAS MUTACIONES Y EL CÁNCER
El ADN es la molécula que porta la información genética y está compuesto por dos cadenas idénticas. Cuando una de ellas se fragmenta, la célula reconoce la rotura y la repara copiando la información de la cadena idéntica. Cuando la rotura afecta a las dos cadenas, la reparación puede ser más complicada, aunque la mayor parte de los casos la célula puede copiarla del otro cromosoma de la pareja, pues en todas las células los cromosomas también están duplicados.
"Sin embargo, esto no ocurre en los óvulos y los espermatozoides, pues solo poseen una copia de cada cromosoma. Por eso, cuando se producen roturas de doble cadena la reparación es más probable que sea defectuosa y que, al unirse los dos extremos rotos del ADN, falte parte de la información genética y se produzcan mutaciones", según Ruiz Jorro.
El origen de muchos tumores es la falta de identificación de estas lesiones que dan lugar a que las células no se eliminen de forma correcta y crezcan sin control. "Cuando la fragmentación afecta a las dos cadenas, habrá más células con mutaciones, lo que hace que el cáncer sea más heterogéneo y tenga un pronóstico peor. De ahí la importancia de la investigación y diferenciación de las roturas de simple y doble cadena del ADN en oncología", ha comentado el doctor.
"En función de cuánto ADN se haya perdido en la rotura, la reparación incorrecta, uniendo ambos extremos rotos, puede dar lugar a un embrión portador de alteraciones genéticas, como deleciones, mutaciones, o aneuploidías", ha manifestado Ruiz Jorro.