MADRID, 5 Feb. (EUROPA PRESS) -
Hacer pruebas semanales en las zonas de alta transmisión aporta beneficios a la salud pública y economía, según han puesto de manifiesto epidemiólogos de la Universidad de Texas en Austin y otras instituciones en un estudio publicado en la revista 'The Lancet Public Health'.
Asimismo, para las comunidades con tasas de transmisión moderadas, el modelo creado por los expertos sugiere analizar a todos lo habitantes cada dos semanas y aislar los casos positivos durante una semana. Para las comunidades con baja propagación, las pruebas se pueden realizar mensualmente y los casos positivos se pueden aislar durante una semana.
El nuevo modelo no incluye explícitamente la introducción de vacunas, si bien señala que a medida que se vacunan segmentos de una comunidad, la propagación de la enfermedad puede disminuir y la población de personas que pueden enfermarse gravemente disminuirá.
"El modelo considera diferentes tasas de transmisión y adherencia a la guía de aislamiento. En general, cuanto más rápido se propaga el virus, con más frecuencia deberíamos realizar pruebas y más tiempo deberíamos permanecer aislados. Cuanto más lento se propaga, menos pruebas tenemos que hacer y más rápido podemos salir del aislamiento y cuarentena", han detallado.
Finalmente, los expertos han recordado que así como las vacunas son importantes para controlar la pandemia, las pruebas son críticas, especialmente con la propagación de nuevas variantes altamente transmisibles del virus, indicaron los investigadores.