MADRID, 3 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Grupo de Trabajo Mundial sobre el Control del Cólera (GTFCC, por sus siglas en inglés), una red compuesta por más de 50 agencias internacionales, instituciones académicas y ONGs que apoyan a los países afectados por la enfermedad, se han comprometido a reducir en un 90 por ciento las muertes por esta patología de cara a 2030.
Y es que, cada año unas 95.000 personas mueren por cólera en el mundo y unas 2,9 millones están afectadas. Ante estos datos, los expertos han destacado la necesidad de implantar medidas "urgentes" para proteger a las comunidades, prevenir la transmisión y controlar los brotes.
Para ello, el nuevo plan de la GTFCC tiene como objetivo alinear los recursos, compartir las mejores prácticas y fortalecer los vínculos entre los países afectados, donantes y organismos internacionales. Además, establece un enfoque coordinado para el control del cólera con la planificación a nivel nacional para la detección temprana y la respuesta a los brotes.
Se espera que a través de esta hoja de ruta, hasta 20 países afectados eliminen el cólera para 2030. "La OMS se enorgullece de formar parte de esta nueva iniciativa conjunta para poner fin a las muertes por el cólera, una enfermedad que tiene su mayor repercusión en los pobres y en los más vulnerables, lo cual es absolutamente inaceptable. Por tanto, esta hoja de ruta es la mejor manera de poner fin a esto", ha aseverado el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
TODAS LAS MUERTES SE PUEDEN PREVENIR
Y es que, prosigue, todas las muertes por el cólera se pueden prevenir con las herramientas disponibles hoy en día, incluyendo el uso de la vacuna oral contra el cólera y un mejor acceso al agua potable básica, el saneamiento y la higiene. "Es inaceptable que llevemos casi dos décadas del siglo XXI y que el cólera continúe destruyendo los medios de subsistencia y paralizando las economías. Debemos actuar juntos. Y debemos actuar ahora", ha recalcado.
Los avances en el suministro de servicios de saneamiento e higiene del agua han hecho que Europa y Norteamérica estén libres de cólera durante varias décadas. Actualmente, aunque el acceso al agua es reconocido como un derecho humano básico por las Naciones Unidas, más de 2.000 millones de personas en todo el mundo todavía carecen de acceso a agua potable y están potencialmente en riesgo de padecer cólera.
Además, los sistemas de salud débiles y la baja capacidad de detección temprana contribuyen también a la rápida propagación de los brotes. No obstante, la introducción de la vacuna oral contra el cólera ha sido un cambio de juego en la batalla para controlar el cólera, superando la brecha entre la respuesta de emergencia y el control a más largo plazo.