MADRID 6 May. (EUROPA PRESS) -
La ginecóloga Yolanda Fernández, de Ginemed Sevilla, ha aconsejado a las mujeres que sufran vaginismo, una condición que se caracteriza por la contracción involuntaria y persistente de los músculos que rodean la vagina, que acudan a terapia psicológica y realicen técnicas de relajación, ejercicios de desensibilización y fisioterapia del suelo pélvico.
Fernández ha aseverado que el vaginismo no está relacionado con tener una vagina estrecha o de menor tamaño, como ya han demostrado distintos estudios, sino que su origen se vincula a factores psicológicos, como miedo al dolor, ansiedad o traumas previos; así como a factores físicos, como infecciones, menopausia o cirugías.
Se estima que el vaginismo afecta a entre el cinco y el 17 por ciento de las mujeres, aunque su falta de visibilidad favorece su infradiagnóstico. Entre sus síntomas, destaca el dolor, el ardor, la ansiedad y, como consecuencia, la evitación del contacto sexual, lo que complica a su vez la concepción natural en aquellas mujeres que quieren ser madres.
En el marco del Día de la Salud Mental Materna, que se conmemora este miércoles, la especialista de Ginemed ha señalado que la terapia sexológica o psicológica ayuda a identificar y trabajar en las causas emocionales subyacentes del vaginismo, además de ayudar a abordar el estrés, la presión y la ansiedad que pueden surgir durante el proceso de búsqueda de embarazo. A su vez, ha apuntado a la terapia en pareja, que fortalece la comunicación, el apoyo emocional y la intimidad.
REPRODUCCIÓN ASISTIDA
Junto a la ayuda psicológica, Fernández ha destacado que las técnicas de reproducción asistida constituyen una alternativa eficaz para aquellas mujeres con vaginismo que desean quedar embarazadas, al permitir superar las barreras físicas y emocionales que impone la afección.
A este respecto, ha detallado que la inseminación artificial y la fecundación 'in vitro' ofrecen la ventaja de que se pueden realizar bajo sedación. De este modo, permiten lograr un embarazo sin esperar a superar completamente el vaginismo, especialmente si hay presión por la edad o por baja reserva ovárica.
En el caso de la inseminación artificial, este es un procedimiento en el que el semen se introduce directamente en el útero mediante una cánula fina, evitando así el contacto sexual. Mientras, la fecundación 'in vitro' consiste en la extracción de óvulos a través de una punción ovárica, la fecundación de estos en un laboratorio y la posterior transferencia del embrión al útero.
"La maternidad es posible y válida para todas, también para quienes enfrentan desafíos como el vaginismo. Con el abordaje adecuado, el respeto clínico y el acompañamiento emocional, las mujeres pueden vivir su maternidad con plenitud, seguridad y sin sufrimiento innecesario", ha remachado la doctora.
