MADRID, 29 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Grupo de Estudio del Sida de la Sociedad Española de Enfermedades y Microbiología Clínica (GeSIDA) y la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) han publicado de forma conjunta una guía de recomendaciones para el manejo compartido de las personas con VIH por parte de Atención Primaria (AP) y Hospitalaria (AH).
Se trata de un documento pionero en Europa, que condensa información de relevancia de más de 300 referencias bibliográficas de diversas sociedades científicas y que pretende aprovechar el conocimiento, las fortalezas y potencialidades de cada ámbito asistencial para mejorar la prevención, el diagnóstico precoz, el abordaje de otras comorbilidades o la correcta adherencia al tratamiento antirretroviral, entre otros.
Coordinado por los doctores Nuria Orozco, Ignacio Alastrué y José L. Ramón, por parte de semFYC, y por Juan E. Losa y María Jesús Pérez Elías en representación de GeSIDA, el documento nace con el objetivo de "facilitarle la vida al paciente, colocándolo en el centro", subrayan los coordinadores de este manual, creado durante la pandemia.
Según los autores de la guía, pese a los significativos avances de la lucha contra el VIH en las últimas décadas, en España siguen existiendo ámbitos donde es necesario mejorar. El ejemplo más representativo es el de la tasa de nuevos diagnósticos, que, si bien se ha reducido, sigue siendo superior a la media de la Unión Europea. Y, a pesar de que la prueba diagnóstica es gratuita y confidencial, más del 40 por ciento de las personas diagnosticadas siguen presentado un diagnóstico del VIH tardío.
Asimismo, el curso de la infección por VIH ha sufrido un claro cambio desde que se dispone de un tratamiento antirretroviral (TAR) eficaz, lo que ha permitido reducir notablemente la morbimortalidad asociada al virus y su transmisión.
Pese a ello, el escenario asistencial sigue siendo complejo, ya que, a la vez que sucede esto, la población que vive con el virus ha ido envejeciendo (el porcentaje de personas mayores de 50 años atendidas en los hospitales ha ido ascendiendo progresivamente desde el 12% en 2004 hasta el 55,4% en 2019), y cada vez son más los pacientes con comorbilidades y polimedicación, por lo que resulta fundamental en este momento un abordaje multidisciplinar con la participación de los diferentes profesionales y niveles asistenciales implicados en la atención a las personas que viven con VIH.
"Estas realidades justifican un abordaje multidisciplinar y coordinado entre AP y AH, tanto para realizar tareas de prevención y cribado de la infección por el VIH en la población general, como para atender de forma integral los múltiples aspectos y matices que configuran esa atención, siempre intentando contemplar el principio de la medicina centrada en el paciente", destacan los coordinadores de esta nueva guía.
CUATRO BLOQUES
Con el objetivo de dotarle de un enfoque eminentemente práctico y que facilite la implementación de un modelo de cuidados del paciente crónico, en el que resulta esencial la coordinación y los objetivos compartidos para la consecución de unos mejores resultados en salud, el documento ha quedado dividido en cuatro bloques.
En el primero, se tratan aspectos de prevención y diagnóstico de la infección por el VIH, fundamentalmente pensados para su implementación en AP, así como los relativos a la derivación a las unidades del VIH de los hospitales y a la vinculación a los cuidados por parte de los profesionales de AP, contemplando algo muy presente en el documento: la bidireccionalidad y la comunicación entre los dos escenarios asistenciales.
En el segundo bloque se contemplan todos los temas relacionados con la atención y manejo clínico de las personas con VIH. Se abordan los cuidados compartidos y los nuevos modelos de atención, la vacunación de estas personas, el TAR, incluyendo su monitorización, las interacciones y la adherencia, así como el manejo de las principales comorbilidades, la atención de los problemas específicos de la mujer y de los hábitos tóxicos.
En el tercer bloque se tratan aspectos sociales, incluyendo temas legales y de confidencialidad, la calidad de vida y el papel de las ONG en la atención de las personas con VIH, sobre todo de las más vulnerables.
Finalmente, el último bloque trata de centrar la situación en cuanto a la formación, la docencia y la investigación bidireccional y compartida entre AP y AH en todos los temas tratados con anterioridad.
"Generar conocimiento en el ámbito de la experiencia compartida, más si cabe cuando desde AP hay pocos datos sobre VIH, y no hay que olvidar que el virus del sida es un factor independiente de riesgo cardiovascular o para diversos cánceres", sostienen los coordinadores de este nuevo documento.
Tras su publicación, desde GeSIDA y semFYC se llevarán a cabo actividades informativas y de formación que den a conocer los pormenores de este manual, de modo que favorezca su uso y aplicación en la práctica clínica cotidiana. Asimismo, también se plantea compartir con las distintas administraciones sanitarias para así facilitar su implementación real.