Estudia las condiciones de salubridad y previene la presencia de toxinas de cara al consumo de mariscos y la acuicultura
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 29 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un sistema de radioboyas que evalúa la calidad del agua de mar y, a continuación, transmite los valores a un centro de recogida de datos, constituye un procedimiento de protección precoz en las alertas sanitarias, como es el caso de las mareas rojas.
El proyecto, que se denomina Zigsea, fue desarrollado por la empresa Satdata Telecom de I+D+i --con sede en A Coruña--, en colaboración con la compañía Marine Instruments, el Grupo de Tecnología Electrónica y Comunicaciones (GTEC) de la Universidade de A Coruña y el Instituto Tecnológico de Galicia (ITG).
Así, mientras Satdata, el GTEC y el ITG se encargaron de la parte electrónica que dispuso la red inalámbrica de transmisión de datos, Marine se ocupó de aportar el soporte físico, la boya que cuenta con múltiples sensores de medición del agua.
El gerente de Satdata, José Luis Madrid, explicó, en declaraciones a Europa Press, que Zigsea es un producto "sobre todo para organismos públicos", pues ayuda a prevenir situaciones de alerta "de cara al consumo de mariscos o de cara a la acuicultura".
RAPIDEZ
El objetivo es poder decirles a los mariscadores las condiciones en que se encuentra el agua del mar y "que, así, puedan reaccionar con más rapidez", matizó.
En la actualidad, el control de aguas se realiza mediante la toma de agua por parte de un técnico y su posterior análisis y control en un laboratorio. El problema de esto es, según Madrid, "que desde que tomas la prueba hasta que obtienes los resultados pasa un tiempo", por lo que "si algo va mal, pierdes tiempo de reacción".
"Nosotros ofrecemos una solución en tiempo real", explicó, mediante una boya que contiene sensores electrónicos que miden parámetros como la temperatura, el pH, la salinidad, toxinas, "o cualquier otro aspecto que quieras saber acerca del agua". Con ello, "se evita el desplazamiento del técnico", añadió.
A continuación, indicó que esos sensores se conectan a un equipo de transmisión con un centro receptor, "el banco de boyas", que recoge la información de todas las boyas y, "de ahí", las envía al centro de control. Este centro puede estar en un laboratorio o en un organismo público.
Toda la transmisión se hace a partir de tecnologías inalámbricas en las que Satdata colaboró con un grupo de investigación de la Universidade de A Coruña. En cuanto a la parte de recepción, técnicos del holding gallego diseñaron el cuadro de mando, "con una interfaz que permite al analista interpretarlo visualmente", agregó.
SALUD PÚBLICA
De esta forma, Madrid hizo hincapié en que los valores se obtienen en tiempo real, por lo que, si se registra un valor "malo desde el punto de vista de la salud pública", se puede reaccionar "en ese mismo momento, ya".
Para Madrid, "es muy interesante" desde el punto de vista de las instituciones públicas y de los estudiosos de las condiciones climáticas y químicas del agua del mar "conocer lo más exactamente posible los parámetros fundamentales" del agua, a nivel de salubridad, de pH o toxinas.
En este sentido, señaló que el proyecto fue presentado a la Xunta en febrero pasado, después de ponerlo en marcha en el puerto de Celeiro y "comprobar su correcto funcionamiento". "Todavía no recibimos respuesta, pero creemos que es una solución muy interesante", comentó.
Así, detalló que la prueba piloto consistió en el despliegue "de tres o cuatro boyas" en un día de muy mal tiempo, y aseguró que "los resultados fueron la comprobación del funcionamiento de las tecnologías". En concreto, el experimento se centró en tres sensores: la temperatura, la salinidad y el nivel de pH del agua.
ORGANISMOS PÚBLICOS
Además de para organismos públicos como la Xunta, Madrid consideró que este sistema se adecúa a las necesidades de "todas aquellas empresas privadas o públicas" que necesiten información para la gestión de recursos marinos a nivel productivo.
"La inversión no es muy elevada", aseveró, ya que la instalación de las radioboyas elimina gran parte del coste de desplazamiento e incorpora, asimismo, una variable "difícilmente cuantificable en dinero", como es la posibilidad de actuar "de manera inmediata". "Un organismo público debe velar por incorporar tecnologías para actuar de forma correcta", concluyó.