Lograron avances en el tratamiento del cáncer de próstata y de la esclerosis múltiple
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 3 May. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidade de Santiago (USC) estudian el empleo de ansiolíticos y antidepresivos para disminuir los efectos negativos de enfermedades, constatando que el uso de esos fármacos "mejoran el estado general de los pacientes y evitan las consecuencias negativas" que provocan ciertas patologías desde el punto de vista psíquico.
Así, el Laboratorio de Estrés y Neuroinmunología de la USC trabaja en el estudio de la respuesta biológica del estrés, así como en el diseño de estrategias preventivas y terapéuticas destinadas a combatir sus efectos adversos.
Según explicó el coordinador del grupo, Manuel Freire-Garabal Núñez, el estrés ejerce un efecto sobre determinadas hormonas, causando su incremento. Es el caso de los corticoides, un grupo de hormonas que anulan la respuesta inmunitaria del organismo.
El investigador señaló que entre los efectos secundarios de los corticoides destaca el riesgo de padecer infecciones, así como de que se produzca un aumento de células cancerosas.
El profesor comentó que el estrés provoca ansiedad, lo que altera el sistema inmunitario y, como consecuencia, se producen enfermedades relacionadas con el mismo. En este sentido, indicó que el grupo detectó que "los individuos que están sometidos a un elevado nivel de estrés tienen más probabilidades de padecer cáncer, ya que las hormonas actúan como intermediarias".
Esto, según comentó el coordinador del grupo, les llevó a abrir una línea de investigación centrada en el empleo de ansiolíticos y antidepresivos, logrando así "que las hormonas no aumentasen tanto, para evitar su efecto dañino sobre el sistema inmunitario".
ESTUDIO EN ANIMALES
Los científicos de la USC implicados en el proyecto sometieron a animales de experimentación a los diferentes tipo de estrés que pueden afectar al hombre, como el psicosocial, el posquirúrgico o el sonoro, entre otros. De este modo, detectaron que aumentan las hormonas vinculadas con el estrés, al tiempo que el sistema inmunitario se debilita y se incrementan los casos de cáncer. "No obstante, los animales estresados tratados con ansiolíticos no desarrollan infecciones ni cáncer", señalaron.
Tras "muchos experimentos", el equipo indicó que llegó a la conclusión de que los ansiolíticos y los antidepresivos "mejoran el estado general de los pacientes y evitan las consecuencias negativas que provocan ciertas enfermedades desde el punto de vista psíquico". Así, aseguraron que "es positivo tomar este tipo de medicamentos para esquivar los estados somáticos desencadenados por el estrés".
EVITAR METÁSTASIS
Una de las aplicaciones de los resultados de estos estudios, según destacaron, es el tratamiento de pacientes operados de un tumor, para evitar una futura metástasis.
El profesor Manuel Freire-Garabal comentó que el "sistema inmunitario destruye las células tumorales y, si el hecho de ingresar en un hospital, pasar por un quirófano o someterse a sesiones de quimioterapia provocan un estrés negativo y causan inmunodepresión, el riesgo de metástasis aumenta".
Por esta razón, los investigadores defienden el tratamiento con ansiolíticos "antes, durante y después de este tipo de intervenciones". Así, apuntaron que lograron demostrar con animales que hay "más riesgo" de metástasis en ratones estresados que no fueron tratados con antidepresivos, mientras que los animales a los que se les administró este tipo de medicamentos "presentan más posibilidades de recuperación".
De este modo, incidieron en que ya lograron avances en el tratamiento de cáncer de próstata y la esclerosis múltiple. Así, los investigadores de la USC consiguieron bloquear el cáncer de próstata en animales, con un antagonista que no afecta al cerebro, evitando la metástasis. "No se logra la cura, pero se mejora la perspectiva de vida de los pacientes", matizaron.
En cuanto a la esclerosis, los científicos comprobaron en ratones, en los que provocaron la patología, que la enfermedad aparece antes y provoca una mayor mortalidad que en el caso de los animales no estresados. Según los datos aportados por el equipo, también lograron frenar el desarrollo de esta dolencia con el empleo de ansiolíticos.