MADRID, 23 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Fundación Recover ha pedido que la crisis del Covid-19 no paralice la lucha contra la malaria, pese a las dificultades para el tratamiento en zonas como África.
"La lucha contra la malaria continuará a pesar de la aparición de otras pandemias. Ahora las dificultades son mayores y quizá haya que hacer frente a riesgos más inmediatos, pero no podemos olvidar otras enfermedades infecciosas como la malaria, que tras años de lucha sigue siendo letal en el continente", asegura la directora de la Fundación, Chus de la Fuente.
Este 25 de abril, Día Mundial de la Malaria, tiene lugar en medio de la epidemia mundial provocada por el Covid-19, que también empieza a extenderse por el continente africano. Ante la dificultad de hacer frente a distintas enfermedades infecciosas en la región y los limitados recursos para ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha pedido a estos países que mantengan los esfuerzos en prevención, diagnóstico y tratamiento de la malaria por el riesgo a nuevos repuntes.
La malaria es una enfermedad febril aguda causada por parásitos del género 'Plasmodium' que se transmite a través de la picadura de un mosquito. Sus primeros síntomas son fiebre, dolor de cabeza y escalofríos, muy parecidos a los de una gripe, lo que complica su diagnóstico precoz. El retraso en el diagnóstico y tratamiento puede causar en niños anemia grave, sufrimiento respiratorio relacionado con la acidosis metabólica o paludismo cerebral, mientras que en el adulto también es frecuente la afectación multiorgánica. En todos ellos la infección puede causar la muerte.
Según la OMS, en 2018 más de 405.000 personas fallecieron a causa de malaria en el mundo: el 94 por ciento de ellas en el continente africano y el 67 por ciento menores de 5 años. Sin embargo, la Fundación resalta que pese a lo alarmante de las cifras, "hay lugar para el optimismo". "Esta zona del mundo es también la que ha logrado una mayor reducción de muertes, en concreto de un 85 por ciento desde 2010, con 180.000 fallecimientos menos", concretan.
Además, en Ghana, Kenia y Malawi se introdujo durante 2019 una vacuna antimalaria en el marco de un programa piloto coordinado por la OMS en la población infantil. Junto a la implantación de vacunas y tratamientos, la mejor forma de prevenir la enfermedad es a través de la concienciación, con especial foco en la infancia.