MADRID, 10 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Fundación Ojos del Mundo ha lanzado este miércoles la campaña '500.000 + 500.000', una iniciativa que cuenta con la participación de actores como Lluís Homar o Josep Maria Pou con el objetivo de tratar a 500.000 personas de zonas desfavorecidas en el Sáhara, Mozambique, Bolivia y Malí en los próximos cinco años.
Según la Fundación, realizar un tratamiento cuesta 7 euros y, en caso de necesitar intervención, operar a una persona de cataratas tiene un coste de 70 euros. La entidad se ha marcado como objetivo conseguir los fondos económicos necesarios para tratar 100.000 personas anualmente durante los próximos 5 años y operar a los pacientes que requieran intervención oftalmológica.
Así, trabajará en dos ejes de forma paralela. Por un lado, potenciando los micromecenzagos, a través de pequeñas donaciones, y por otro lado, buscando grandes mecenas. "Por ejemplo, con 35 grandes donantes que aporten 20.000 euros anualmente conseguiremos el objetivo de 500.000 tratamientos en los próximos 5 años", ha afirmado la directora general y miembro del Comité Ejecutivo de la Fundación, Núria Ramon.
Para poder duplicar en los próximos 5 años los tratamientos realizados desde su Fundación, Ojos del Mundo ha presentado esta campaña de comunicación que cuenta con el apoyo de conocidos actores y actrices catalanes, como Pou, Homar, Alicia González Laá, Núria Prims y Mariona Tena, así como del director de cine Isaki Lacuesta.
Se han editado vídeos testimoniales donde los protagonistas, tanto personalidades reconocidas como personas anónimas que han sufrido problemas oculares, explican sus miedos en relación a la pérdida de la
visión. El objetivo es sensibilizar para dar a conocer la problemática y sumar apoyos al proyecto de Ojos del Mundo en los territorios donde actúa.
"Con la nueva campaña queremos implicar a la sociedad catalana en la
problemática de la ceguera evitable que afecta a los territorios más pobres. La oftalmología no es prioritaria en los países pobres, pero nuestra experiencia nos demuestra que la ceguera evitable conlleva más pobreza, exclusión social e incluso muerte prematura", ha remarcado el presidente de Ojos del Mundo, Rafael Ribó.