BARCELONA 25 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Fundación Lucha contra el Sida ha conseguido reducir en un 75% los cánceres anales en personas con VIH a través de un protocolo de prevención dirigido a evitar este tipo de tumor, que es poco habitual en la población general, pero puede ser hasta 130 veces más frecuente en hombres que tienen sexo con hombres.
El estudio, publicado en la revista 'Clinical Infectious Diseases', ha seguido a más de 3.000 personas durante 15 años con el objetivo de evaluar los beneficios del tratamiento de las lesiones anales precancerosas, ante lo que los impulsores prevén que el estudio impacte en las guías internacionales.
Al contrario de lo que ocurre en el cáncer cervical, en el cáncer anal no existe un consenso para la detección temprana ni el tratamiento de las lesiones precancerosas para evitar su progresión.
La falta de una estrategia unificada para prevenir el cáncer anal motivó esta investigación liderada por Guillem Sirera y Sebastián Videla, de la Fundación Lucha contra el Sida.
"La dificultad para eliminar el virus y una mayor tasa de infección por los tipos más oncogénicos del VPH tienen un papel muy importante en el desarrollo del cáncer anal en nuestros pacientes", afirma Boris Revollo, también de la Fundación y primer autor del estudio.
Este tipo de cáncer tiene un tratamiento que puede ser muy agresivo, pudiendo llegar a afectar la calidad de vida de los pacientes y, en los casos de diagnóstico tardío, una alta mortalidad.
Según Revollo, "la probabilidad de supervivencia a los cinco años puede ser de tan solo el 30% en pacientes con un tumor ya diseminado".
Gracias al diagnóstico temprano y el tratamiento de las lesiones precancerosas hemos conseguido reducir un 75% el número de cánceres anales invasivos en nuestros pacientes", añade.
A los pacientes se les realizaron anoscopias de alta resolución a todos los pacientes con citologías anales alteradas, una prueba poco invasiva que dura aproximadamente 15 minutos y no requiere ingreso hospitalario ni anestesia general.
Este examen, además de identificar fácilmente las lesiones precancerosas, permite tratarlas con la ayuda de rayos infrarrojos.