MADRID 27 May. (EUROPA PRESS) -
El Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (Fundación IDIS) ha publicado un informe en el que indica que, a pesar de haberse elaborado 20 nuevas guías de práctica clínica entre 2022 y 2025, solo 31 de las 211 guías disponibles cumplen con los criterios de vigencia, lo que asegura que "refleja posibles desfases en la práctica clínica".
Así lo pone de manifiesto el informe 'Cartera de servicios y Guías de práctica clínica', llevado a cabo por la Fundación IDIS en su segunda edición, que resalta una falta de renovación de estos documentos, ya que el 85 por ciento ha superado los cinco años desde su publicación, lo que hace que no se puedan considerar actualizadas y vigentes.
La Fundación ha explicado que las guías de práctica clínica (GPC) del Sistema Nacional de Salud (SNS) son documentos elaborados por expertos que ofrecen recomendaciones basadas en la mejor evidencia científica disponible. Su objetivo principal es optimizar el cuidado de la salud, permitiendo a los profesionales médicos tomar decisiones informadas y basadas en la última evidencia clínica sobre el diagnóstico, el tratamiento y la prevención de enfermedades, asegurando una atención de alta calidad y maximizando la eficiencia en el uso de los recursos.
El análisis revela que las comunidades autónomas que presentan mayor número de GPC vigentes, siendo estas las que tienen una antigüedad menor a 5 años, son Andalucía, Aragón, Cataluña, Madrid y el País Vasco. Por especialidades, se muestra que pediatría, cardiología, oncología, ginecología o alergología no cuentan con ninguna guía publicada hace menos de 5 años. Solo psicología clínica, psiquiatría y medicina familiar y comunitaria presentan alguna guía actualizada, aunque en número muy limitado.
Las guías clínicas están integradas en GuíaSalud -organismo que aglutina todas las guías del Sistema Nacional de Salud (SNS)- y en la Red de Evaluación de Tecnologías Sanitarias (RedETS) -que evalúa tecnologías sanitarias para garantizar su eficacia y seguridad en el SNS-. Ambas entidades proponen un sistema metodológico para la actualización de estos documentos, un proceso que la Fundación señala que actualmente no se está llevando a cabo.
En este contexto, la directora general de la Fundación IDIS, Marta Villanueva, subraya que "es imprescindible establecer un sistema ágil, transparente y coordinado que garantice la actualización periódica de las guías de práctica clínica. Solo así se podrá ofrecer a los pacientes una atención segura, homogénea y basada en la mejor evidencia científica".
El informe evidencia que la sobrecarga asistencial obliga a los médicos a atender a un elevado número de pacientes en tiempos reducidos, lo que limita su capacidad para aplicar las GPC. "Esto es clave para garantizar la calidad de la atención y minimizar riesgos que, a largo plazo, podrían generar complicaciones para los pacientes y un aumento de los costes sanitarios", destaca la Fundación.
Por otro lado, se observa que la falta de actualización de las GPC puede generar desconfianza entre los médicos, ya que no reflejan los avances más recientes. "Esto puede llevar a la adopción de enfoques obsoletos, afectando la calidad de la atención y dificultando la toma de decisiones, lo que podría aumentar los riesgos para los pacientes", añade.
Asimismo, la falta de familiaridad con las GPC puede limitar su aplicación en la práctica asistencial, lo que puede llevar a utilizar enfoques menos eficientes y afectar la calidad de la atención.
ESTRATEGIA INTEGRAL
Con el fin de revertir esta situación, la Fundación IDIS propone una estrategia integral centrada en varios ejes fundamentales: digitalización, acceso y formación. En primer lugar, plantea la necesidad de desarrollar un repositorio digital centralizado y de acceso abierto, donde se integren tanto las guías clínicas nacionales como las internacionales más relevantes. Este sistema, explica, permitiría consultar información actualizada de forma ágil y sencilla desde cualquier punto de la red asistencial.
Asimismo, se propone avanzar en la digitalización de las propias guías, adoptando formatos estructurados e interoperables a los que pueda accederse desde los sistemas de historia clínica electrónica y otras plataformas digitales. Esto, señala, facilitaría su aplicación práctica en tiempo real por parte de los profesionales sanitarios y reforzaría su utilidad en la toma de decisiones clínicas.
Otra de las propuestas clave es la implementación de sistemas automatizados de alerta y notificación para informar a los profesionales sobre actualizaciones, modificaciones o incorporación de nuevas recomendaciones.
La Fundación IDIS también defiende la creación de programas de formación continua, acreditados y vinculados a la correcta interpretación e implementación de las guías clínicas. Esta formación debería ser incentivada con sistemas de desarrollo profesional continuo y contribuir a estandarizar criterios en todo el sistema sanitario.
"El uso riguroso, actualizado y compartido de estas herramientas no solo mejora la calidad de la atención, sino que contribuye a un sistema más eficiente, equitativo y centrado en el paciente", concluye Villanueva.