VALLADOLID, 3 May. (EUROPA PRESS) -
Los ópticos-optometristas de Castilla y León han advertido de la necesidad de extremar la protección de los ojos frente a las alergias primaverales como la del polen, que sufren unas 370.000 personas en la Comunidad, y que pueden producir picor, quemazón, enrojecimiento, fotosensibilidad o sensación de cuerpo extraño y lagrimeo excesivo son síntomas que alertan de la presencia de conjuntivitis.
Además de dificultar la respiración, la alergia también puede afectar a la salud visual y provocar, como síntomas más comunes, rinitis alérgica estacional, también conocida como fiebre del heno, una reacción derivada de las grandes cantidades de polen suspendidas en el aire a causa de la floración de plantas y árboles.
En este contexto, el Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León, en un comunicado recogido por Europa Press, ha ofrecido una serie de recomendaciones para que los alérgicos puedan cuidar de su salud visual en estas fechas y, de forma especial, para aquellos que no quieran renunciar al uso de lentes de contacto.
El Colegio ha explicado que la conjuntivitis es una inflamación o infección de la conjuntiva muy frecuente que puede estar causada por una infección vírica o bacteriana o deberse a una reacción alérgica a agentes irritantes en el aire (como el polen y el humo) o al cloro y otras sustancias químicas del agua de las piscinas.
Entre los síntomas oculares de la alergia estacional están el picor y el enrojecimiento, resultado de la irritación y ensanchamiento de los diminutos vasos capilares de la conjuntiva, lo que causa rojez, sensación de cuerpo extraño en los ojos o hinchazón de los párpados. Además, suele producirse lagrimeo, ya que las glándulas de la conjuntiva reaccionan produciendo más lágrimas de lo normal.
"Cuando la alergia tiene afectación ocular hay que lavar el ojo con suero fisiológico en monodosis o realizar baños oculares específicos (para eliminar el alérgeno) y humectar la superficie ocular con lágrimas artificiales sin conservantes (para mejorar la sequedad y prevenir la irritación ocular producida por la reacción inflamatoria secundaria a la alergia)", ha explicado la secretaria general del Colegio, Ana Belén Cisneros.
PRECAUCIONES
En este sentido, los ópticos-optometristas han recordado que los usuarios de lentes de contacto son uno de los colectivos que más deben extremar las precauciones con la llegada de la primavera. "Ante un paciente que padece alergia primaveral, los optometristas recomendamos lentillas diarias (al estrenarlas todos los días, se reduce el riesgo de complicaciones como la conjuntivitis) y reducir el número de horas de uso, además de evitar espacios abiertos donde haya mucho acúmulo de polen", ha señalado Cisneros.
Además, el Colegio de Ópticos-Optometristas ha elaborado un "decálogo" para el cuidado de los ojos en primavera, que pasan en primer lugar, si se usan lentes de contacto, limitar su uso cuando se padezca conjuntivitis para no agravar la irritación ocular. También se puede optar por utilizarlas solo por la tarde, cuando descienden los niveles de polen en la atmósfera.
De la misma forma, se aconseja no salir a pasear por el campo o por parques, donde suele haber una mayor concentración de polen y, cuando se viaje en coche, mantener subidas las ventanillas.
El uso de gafas de sol para protegerse del polvo y del resto de partículas en suspensión y evitar la exposición a ambientes con polvo, a animales domésticos o a agentes irritantes que agraven los síntomas (humo, cloro de las piscinas, etcétera), son otros de los consejos.
En casa se recomienda evitar la acumulación de polen cerrando las ventanas y manteniendo las superficies limpias con una bayeta húmeda; utilizar humidificadores y aparatos de aire acondicionado que dispongan de filtros específicos para el polen; extremar la higiene diaria y, al regresar a casa, ducharse y cambiarse de ropa, pues el polen se puede depositar en el pelo y las prendas.
Finalmente, otros consejos útiles son lavarse las manos a menudo y evitar frotarse los ojos.