MADRID 28 Ene. (EUROPA PRESS) -
El I Curso de Prevención y Abordaje de las Agresiones a los Médicos, financiado por la Fundación para la Protección Social de la OMC (FPSOMC) y organizado por la Fundación para la Formación de la OMC (FFOMC), que comenzará el próximo mes de febrero, es "pionero" en este ámbito y tiene como objetivo la adquisición de las habilidades de comunicación necesarias para prevenir los posibles conflictos entre el médico y el paciente, y el abordaje de los distintos tipos de agresividad que se ven en las consultas.
Este curso cuenta también con el apoyo de la Organización Médica Colegial y con el respaldo del Observatorio de las Agresiones de la OMC, un grupo de trabajo destinado a establecer mediante un tratamiento multidisciplinar de este problema para las medidas preventivas necesarias contra la violencia a los profesionales de la salud.
Además, esta iniciativa se enmarca en la política de protección, promoción y prevención de la salud del médico de estas corporaciones mediante iniciativas como el Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (PAIME) o la colaboración en el programa de la Fundación Galatea 'La Salud del MIR'.
El curso está dirigido para médicos colegiados de asistencia pública o privada del entorno hospitalario, de Atención Primaria, Urgencias extra o intrahospitalarias, mutuas o inspección; y entre los objetivos también está el de profundizar en otras áreas para saber de una manera más concreta los aspectos que influyen para la aparición de la agresividad.
Según las partes organizadoras de curso, es necesario que los médicos incorporen habilidades para el manejo de los distintos tipos de agresividad y autoprotección del facultativo, así como recibir entrenamiento sobre situaciones clínicas difíciles en la práctica diaria.
"Los nuevos modelos de comunicación, el acceso a la información, la generación de expectativas en los usuarios difíciles de cubrir y la tecnificación de la medicina, entre otras causas, han provocado un aumento de la agresividad en las consultas médicas a todos los niveles en las últimas décadas", han asegurado.
La repercusión de problemas como el estrés profesional, la falta de recursos y la sobrecarga asistencial en la relación médico-paciente "son importantes" y, por ello, se han empezado a tomar iniciativas para entender y acotar este problemas, han apuntado FPSOMC y FFOMC.
Un recurso que puede ser útil para el médico a la hora de gestionar estas situaciones complicadas es su "habilidad en la comunicación", pese a que haya factores en el entorno que influyan de forma relevante. De este modo, el médico puede sufrir menos interacciones agresivas, las puede abordar de un modo adecuado y reducir el impacto que ellas puedan tener en el profesional y su entorno.