MADRID, 19 May. (EUROPA PRESS) -
El Parkinson se trata de una patología que cursa con una serie de síntomas, motores y no motores, que suelen aumentar en número y gravedad con la progresión de la enfermedad y , por ello, "es de vital importancia que el área de enfermería esté lo suficientemente formada, para así poder ofrecer una buena educación sanitaria tanto al paciente como al cuidador", según ha señalado la enfermera del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau (Barcelona), Antonia Campolongo.
"La enfermería juega un papel fundamental, no solo para realizar el seguimiento, formar e informar al paciente, sino que puede ayudar, incluso, en la identificación y gestión del paciente, y además, a medida que avanza la enfermedad, las terapias son más complejas y se requiere de conocimientos especializados en el cuidado", ha explicado Campolongo.
Este asunto ha sido el eje central de la II Jornada 'Desafío de Enfermería en la Enfermedad de Parkinson Avanzado' que ha organizado la compañía biofarmacéutica AbbVie, con el objetivo de garantizar a todo el personal de enfermería de Unidades del Trastorno del Movimiento un buen manejo, identificación y seguimiento de pacientes con enfermedad de Parkinson.
En este sentido, durante la evolución de la enfermedad, los profesionales de enfermería trabajan para la correcta implementación del tratamiento, ofreciendo pautas que permitan una mejora en la calidad de vida de los pacientes y así puedan mantener bajo control la enfermedad.
"Esta información debe ser gradual y atendiendo a las necesidades particulares de cada paciente; el cuidador será nuestros ojos en el día a día de este y ayudará a poder obtener una información mucho más detallada sobre cómo está el paciente", ha subrayado Campolongo.
Por ello, "la relación debe ser cercana y profesional, pues la enfermera es una persona de referencia en toda la evolución de la enfermedad, es el nexo de unión dentro del equipo transdisciplinar y como gestora tiene una visión global de la afección y características del paciente y su tratamiento, y la accesibilidad genera confianza y, por tanto, pacientes y cuidadores ganan seguridad", ha destacado la enfermera del Hospital de La Princesa de Madrid, Beatriz González.
"Esta situación mejora, por ejemplo, la adherencia al tratamiento, pieza clave para estabilizar la enfermedad el mayor tiempo posible, pudiendo conseguir así una mejor optimización de los recursos sociosanitarios", ha concluido.