MADRID, 11 Dic. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), han descrito el papel de un microARN, el mir-9-5p, para prevenir el desarrollo de la fibrosis pulmonar idiopática.
Los también llamados miARNs son ácidos ribonucleicos de tamaño pequeño que participan muy activamente en la regulación de la expresión de los genes. Y desde su descubrimiento, hace algo más de 15 años, se han revelado como moduladores de procesos celulares con especial importancia en el desarrollo de diferentes procesos fisiológicos y patológicos, como la fibrosis.
En este caso, el trabajo publicado en la revista 'EMBO Reports' se centró en el papel preventivo del miR-9-5p en la fibrosis pulmonar y peritoneal. Dicha molécula fue elegida a través de un cribado en el que observaron que este miARN se inducía tanto por un mediador de fibrosis, TGF-beta, como por estrés oxidativo, otro fenómeno que favorece la fibrosis.
Su análisis ha demostrado que la administración de miR-9-5p a ratones que desarrollan fibrosis pulmonar inducida por bleomicina frena de manera llamativa este proceso. Asimismo, los análisis de biopsias de pacientes con fibrosis pulmonar, así como en células de peritoneo, también han permitido confirmar su participación en la inhibición de la fibrosis.
El estudio detallado del proceso de fibrosis en las células en las que se origina, los fibroblastos, ha permitido conocer algunos de los mecanismos moleculares por los que actúa miR-9-5p y se ha observado que están relacionados con el bloqueo de la ruta de señalización mediada por TGF-beta y con la disminución del estrés oxidativo en los fibroblastos.
Estos resultados sugieren que el propio TGF-beta, además de disparar señales que favorecen la fibrosis pone en marcha mecanismos que autolimitan su daño, es un ejemplo más del intento de todos los organismos de mantener la homeostasis o estado de equilibrio general de todas las funciones.
Ante dicho hallazgo, los autores proponen el miR-9-5p como un marcador clínico de la fibrosis, concepto que se ha vertido en una patente europea desarrollada por el CSIC y la empresa Gendiag.