MADRID, 3 Sep. (EUROPA PRESS) -
La 'fiebre-fobia', el miedo injustificado de los padres a que los niños tengan una alta temperatura corporal, se debe, principalmente, a la información falsa que se encuentra en Internet, por lo que "es importante saber dónde buscar, en fuentes fiables; además, la información verbal viaja mucho más deprisa que la escrita", ha señalado jefe del Servicio de Pediatría del Hospital General de Villalba, Roi Piñeiro.
Esta fobia, que según el doctor se encuentra "instalada en la población, incluso los propios sanitarios la sufren", no responde "a la razón", por lo que se debe enfrentar una y otra vez a la fiebre para convencernos de que "no es peligrosa".
De este modo, las consecuencias de la 'fiebre-fobia' que, además de la preocupación y ansiedad que genera, da lugar a "reiteradas e inútiles" consultas médicas por parte de los padres, con "sus consecuentes molestias", y a menudo también repercusiones a nivel laboral y personal, y a tratamientos antipiréticos agresivos e innecesarios, no exentos de efectos secundarios y errores de medicación, han explicado desde el hospital.
Es verdad que "la fiebre indica que algo no va bien, siendo generalmente efecto de una infección, no tiene por qué implicar urgencia, y normalmente se puede esperar"; por ello, la clave en estos casos no es preocuparse tanto la temperatura, sino el estado general del menor.
Así, si el niño tiene fiebre, pero "está contento y parece que no está malo, situación que, por suerte, es la más habitual en los pequeños, se puede esperar un tiempo razonable de 24-48 horas para ver cómo evoluciona y, si la temperatura continúa alta, consultar entonces al pediatra", ha indicado el experto.
"Lo que no es recomendable en ningún caso es asustarnos, meter al niño en una bañera helada y obsesionarse con pasar de 40 a 360 grados en menos de una hora", asevera el pediatra, advirtiendo que "eso sí es peligroso y puede, además, generar una convulsión o un síncope febril", ha quiero dejar claro el doctor Piñeiro.
ACABAR CON LAS LEYENDAS Y FALSAS CREENCIAS: CLAVE PARA ACABAR CON LA FOBIA
En este sentido, que es útil aplicar paños fríos o baños para tratar la fiebre -que, por el contrario, podrían incluso incrementar la temperatura central por provocar vasoconstricción cutánea y están desaconsejados por la mayoría de las sociedades científicas pediátricas- y que hay que desnudar a los niños y nunca abrigarlos es uno de los mitos erróneos más extendidos, defendido por más del 95 por ciento de los padres, han apuntado desde la entidad.
Le sigue la creencia de que el tratamiento precoz de la fiebre evita la aparición de las convulsiones febriles, con la que está de acuerdo alrededor del 80 por ciento de la población, a pesar de estar ampliamente demostrada la incapacidad de los antitérmicos para prevenir la aparición de éstas, según han explicado.
Parecido porcentaje de defensores tienen las prácticas de tratar siempre la fiebre con antitérmicos, aunque el niño se encuentre bien y de alternar varios medicamentos para que el efecto antitérmico sea más potente.
El jefe del Servicio de Pediatría del Hospital General de Villalba ha señalado que acabar con las leyendas y falsas creencias instaladas en la sociedad, es la clave para acabar con esta fobia.
Y se debe empezar esta actuación por los propios profesionales sanitarios, quienes "deben ser los primeros en luchar contra esas fobias y redoblar esfuerzos para transmitir una buena información a las familias".
Piñeiro ha manifestado que más del 70 por ciento de la población decide acudir al centro de salud o a las urgencias hospitalarias con síndromes febriles de menos de seis horas de evolución, apoyándose en el falso axioma de que en cualquier niño con fiebre y buen estado general se debe consultar de forma precoz al pediatra.
"Esto sólo consigue aumentar la inquietud de los padres, pues la exploración física será normal con casi toda seguridad, y no tendrán valor las pruebas complementarias", ha concluido el especialista.