MADRID 12 Nov. (EUROPA PRESS) -
Con motivo del Día Mundial de la Diabetes, que se celebra el próximo viernes, la Federación Española de Diabetes (FEDE) ha realizado una acción de sensibilización frente al Congreso de los Diputados, dentro del movimiento #CrecerSinDiabetes, donde han dado visibilidad al impacto que la diabetes tipo 1 tiene en la infancia y en el entorno familiar y pedido un plan nacional de cribado pediátrico para la detección precoz de la diabetes tipo 1.
"Hoy sabemos que la diabetes tipo 1 no aparece de forma repentina; puede detectarse meses, incluso años antes de que los síntomas sean visibles. El diagnóstico precoz permite evitar complicaciones graves, ganar tiempo para asimilar la patología y aprender a convivir con ella", ha destacado el presidente de FEDE, Antonio Lavado, quien ha instado a dar los pasos necesarios para poner en marcha un programa de cribado nacional en España.
Cada año, más de 1.400 menores son diagnosticados con diabetes tipo 1 en España. Un tercio de ellos llega al hospital con una complicación, lo que implica ingresos graves y, en muchos casos, la necesidad de entrar en una unidad de cuidados intensivos.
Durante una acción de sensibilización, que ha tenido lugar este miércoles frente al Congreso de los Diputados, han recordado que en los últimos meses, se han producido avances significativos, como la publicación de un consenso clínico por parte de la Sociedad Española de Diabetes (SED), la Sociedad Española de Endocrinología Pediátrica (SEEP) y la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).
Un documento que recomienda el cribado de familiares de primer grado como parte de la práctica clínica habitual. "El consenso es una herramienta valiosa que pretende garantizar equidad en el acceso y homogeneidad en la práctica clínica", explica la doctora Nerea Itza, pediatra especialista en Endocrinología y Nutrición en el Hospital Universitario La Paz, para quien sienta las bases para avanzar en la implementación de un proceso que, sabemos, reduce hospitalizaciones y evita diagnósticos en situaciones graves como la cetoacidosis diabética.
El acto ha contado con las figuras gigantes de dos niños, Alejandro y Valeria, inspiradas en historias reales, simbolizan el impacto de un diagnóstico tardío de diabetes tipo 1 en la infancia y el reto que supone para las familias convivir con esta enfermedad crónica. Valeria fue diagnosticada a los tres años tras una crisis grave que la llevó a ingresar en la UCI con riesgo vital. Alejandro debutó a los seis años y pudo evitar una emergencia médica gracias a que la enfermera de su colegio identificó los síntomas y actuó con rapidez. El impacto emocional en su entorno familiar también fue profundo.
EL CRIBADO CAMBIA LA FORMA DE AFRONTAR LA ENFERMEDAD
La doctora Lía Nattero, endocrinóloga del Hospital Ramón y Cajal, subraya la viabilidad del cribado familiar y sus beneficios clínicos. "Por experiencia sabemos que el cribado cambia la forma en que los pacientes afrontan el debut diabético. Cuando el diagnóstico llega antes, el debut es menos agresivo y el control metabólico más favorable. La memoria metabólica es clave para el futuro del paciente", afirma.
Además del cribado en familiares, el consenso clínico propone impulsar estudios piloto en población pediátrica para evaluar su viabilidad. Es el caso del País Vasco que ha puesto en marcha SCREEND1A, un estudio pionero con 4.000 niños.
Esta experiencia, y la de otros pilotos, permitirá reunir la evidencia necesaria para valorar su aplicación en poblaciones más amplias. "Solo así podremos analizar su utilidad, rendimiento y coste-efectividad en el contexto español", señala el doctor Luis Castaño, pediatra endocrinólogo de Osakidetza en el Hospital Universitario Cruces, investigador en Biobizkaia y miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Diabetes (SED).
LA MAYORÍA HABRÍA QUERIDO SABERLO ANTES
La experiencia de más de 1.700 personas con diabetes tipo 1 y sus familiares, recogida en un estudio impulsado por la Federación Española de Diabetes (FEDE), en el marco del movimiento #CrecerSinDiabetes, pone de manifiesto el profundo impacto que supone convivir con esta condición y el valor que aportaría la detección precoz.
El 89% de los encuestados afirma que habría deseado conocer con antelación que convivirían con la diabetes tipo 1. Este sentimiento es especialmente mayoritario entre padres y madres de niños con esta condición (91,7%) y también entre pacientes adultos (85%). Todos coinciden en que, disponer de esta información, habría cambiado por completo su experiencia durante el diagnóstico y la forma de afrontar la enfermedad.
Mientras, el 83,1% de los pacientes y el 67,3% de los familiares aseguran no haber recibido información médica sobre esta posibilidad, lo que evidencia una falta de equidad en el acceso al cribado en España. Esta realidad contrasta con la recomendación recogida en el consenso que aboga por incorporar el cribado de familiares de primer grado como práctica clínica habitual.