MADRID, 19 Ago. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Médicos Sin Fronteras (MSF) en España, José Antonio Bastos, ha reconocido que la atención a enfermedades crónicas es uno de los aspectos de la ayuda humanitaria que necesita un desarrollo más específico, y reclama protocolos adaptados para garantizar la atención de estos pacientes ante una situación crítica o de conflicto.
Con motivo del Día Mundial de la Asistencia Sanitaria que se celebra este miércoles, 19 de agosto, este experto ha explicado a Europa Press que en las crisis humanitarias hay áreas donde todavía hay capacidad de mejora a la hora de ofrecer atención.
Junto a la atención a crónicos, Bastos también ha destacado la necesidad de adaptar los procedimientos de asistencia médica a situaciones de conflicto o de desplazamiento de población en aquellas zonas "donde hay un contacto menos continuado con los beneficiarios".
"Esto requiere muchísima creatividad para asegurar una cobertura amplia, garantizando la calidad y la confidencialidad y todos los aspectos éticos de la asistencia médica", ha explicado.
Asimismo, a su juicio en la medicina humanitaria también habría que poner más atención en problemas que no son solo puramente biomédicos, sino que "dañan de una forma muy clara a las personas que los sufren, física y emocionalmente", como los casos de tortura o violencia sexual, que para Bastos también necesitan "un profundo desarrollo".
El presidente de MSF España ha destacado que las mayores dificultades que sufren en su día a día es el acceso a los damnificados, en especial en casos de conflicto bélico, en los que se utiliza la acción humanitaria "como una herramienta política y un elemento de estrategia militar de los ejércitos occidentales en su lucha contra el terrorismo".
"Esto ha generado una muy profunda desconfianza de estos grupos radicales y de un sector amplio de la población musulmana ante las organizaciones de ayuda humanitaria y que nos ha dificultado mucho el acceso. El ejemplo más drástico de esto se da en Somalia y Siria, donde es muy difícil intervenir por lo peligroso que es", ha explicado.
ESPAÑA JUEGA UN PAPEL "IRRELEVANTE"
Por otro lado, Bastos ha reconocido que el papel de España en el contexto de la ayuda humanitaria internacional es casi irrelevante, sobre todo después de "la caída en picado del compromiso en términos de financiación" del Gobierno español en este ámbito, que MSF ha cifrado en más del 80 por ciento en los últimos 5 años.
"Cualitativamente, la política elegida por el Gobierno español de dirigir la ayuda humanitaria a las áreas de preferencia y de interés geográfica va en contra del principio de ayuda humanitaria en función de las necesidades y, desde luego, no le dan un papel muy relevante a la ayuda humanitaria española", ha explicado.
Una falta de apoyo que no afecta a MSF, ya que el 90 por ciento de sus fondos son de origen privado, pero sí a otras organizaciones, a las que ahora "echan de menos" cuando "antes estaban presentes". "Ahora, por los recortes, se han quedado en situación más precaria. Y los beneficiarios de las acciones de estas organizaciones se han quedado sin su acción", ha zanjado.
