MADRID, 17 Nov. (EUROPA PRESS) -
Una de las principales razones por las que el brote de ébola se descontroló en el África Occidental durante los primeros días de la crisis fue la falta de confianza en los miembros de la comunidad, los trabajadores de salud de primera línea y el sistema de salud más amplio, según sugiere una nueva investigación de la Escuela de Salud de la Universidad Johns Hopkins, en Estados Unidos.
El autor del estudio, Timothy Roberton, del Departamento de Salud Internacional de la Facultad, visitó Guinea en julio durante dos semanas con la Cruz Roja de Guinea, como parte de un estudio iniciado y financiado por la Federación Internacional de Sociedades de la Media Luna Roja y la Cruz Roja. Se centró en Gueckedou, una ciudad en la frontera sur del país con Sierra Leona, donde comenzó el actual brote de Ébola el pasado invierno.
En un esfuerzo por comprender las causas de la epidemia, Roberton y sus colegas entrevistaron a 41 personas de la Cruz Roja y voluntarios que habían sido movilizados para informar sobre el ébola y enseñar a las familias cómo protegerse a sí mismos. Para entonces, el virus ya se había extendido desde Guinea a Sierra Leona y Liberia y, ahora, se han diagnosticado varios casos en Europa y Estados Unidos.
En muchos pueblos, los mensajes sobre el Ébola, como identificar sus síntomas, ir a los centros de salud si aparecen indicios, no tocar a nadie que esté enfermo, aislar a los enfermos, no manipular los cuerpos de los muertos, llegaron y las familias adoptaron las prácticas de seguridad. Sin embargo, en algunos pueblos, la gente se negó a escucharles, no creían en la existencia del ébola o pensaban que era alarmismo para garantizar ayuda humanitaria para su pobre nación o un complot extranjero para robar partes del cuerpo.
En esos casos, la población ignoró los mensajes de salud pública de los voluntarios de la Cruz Roja. Así lo desgranará este experto durante la presentación de los resultados de su trabajo en la Reunión Anual de la Asociación Americana de Salud Pública, que se celebra el lunes en Nueva Orleans, Estados Unidos.
A menudo, el consejo de la Cruz Roja fue en contra de la forma en la que los guineanos habían vivido durante generaciones. Por ejemplo, es costumbre limpiar los cuerpos de los muertos, por lo que, a pesar de tocar a aquellos que han muerto de ébola promueve la propagación de la enfermedad, para ellos resultaba aborrecible no tocar a sus muertos o colocarlos en bolsas para cadáveres antes de enterrarlos.
La importancia de las relaciones de confianza y fuertes puede parecer obvio ahora, pero no se entiende bien en los primeros días de la epidemia, según Roberton. El éxito de las futuras campañas de salud pública en lugares como África Occidental, requiere, a su juicio, relaciones más sólidas y de mayor confianza entre los trabajadores de salud y miembros de la comunidad, para que las familias crean y acepten los importantes mensajes de salud.
"Con el fin de controlar el brote actual y evitar otras similares en las próximas décadas, los profesionales de salud en Guinea y otros países deben tomar medidas urgentes para cultivar la confianza de los miembros de la comunidad en el sistema de salud y en los servicios de emergencia", aconseja.