Archivo - Bacteriófago infectando una bacteria. - MARHARYTA MARKO / ISTOCK - Archivo
MADRID, 9 Dic. (EUROPA PRESS) -
La microbióloga María del Mar Tomás, vocal de comunicación de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), ha destacado este martes que las terapias con fagos han resurgido como una alternativa prometedora para enfrentar las infecciones causadas por bacterias resistentes a los antibióticos.
"Cuando hablamos de la palabra virus, en principio siempre asociamos a algo malo, a una enfermedad infecciosa. Y en este caso hablamos de virus buenos, que son los fagos", ha explicado durante el IV Encuentro SEIMC con Comunicadores Sanitarios, que ha servido como clausura de la IV Escuela de Periodistas, impulsada por la SEIMC y la Asociación Nacional de Informadores de Salud (ANIS), con la colaboración de Pfizer y ViiV Healthcare.
Según ha apuntado, instituciones sanitarias, como la Organización Mundial de la Salud (OMS), buscan nuevos tratamientos para las bacterias resistentes a los antibióticos, que en la actualidad son responsables de más de 24.000 muertes al año en España. En este contexto, la investigación ha recuperado los fagos, que ya se empleaban antiguamente en Georgia, como un tipo de medicina de precisión o medicina personalizada, de momento bajo una producción y uso mayoritariamente experimental.
Tomás ha detallado que los fagos tienen la capacidad de actuar únicamente frente a la bacteria para la que se le ha preparado, evitando alteraciones del microbioma, lo que presenta una ventaja importante respecto a los antibióticos, que actúan contra cualquier tipo de bacteria y afectan toda la flora intestinal.
Además, la experta ha apuntado que la fagoterapia presenta una baja toxicidad y que puede utilizarse como adyuvante del tratamiento antibiótico, pues los fagos tienen una acción sinérgica con los antibióticos. "Nadie da fagos solos, dan fagos en combinación con antibióticos, no quitan el tratamiento antibiótico, sino lo que hacen es intentar favorecer el antibiótico en esta bacteria donde ya no actuaban", ha precisado.
Aun así, ha indicado que el uso de la fagoterapia aún cuenta con limitaciones, pues en primer lugar se necesitan personas cualificadas y especializadas en su manejo. Asimismo, se requiere un mayor impulso de ensayos clínicos que permitan confirmar sus aplicaciones óptimas para los pacientes.
En paralelo, Tomás ha explicado que aunque a nivel continental la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) ha publicado la guía regulatoria para su producción industrial o a gran escala, en España todavía no existe una regulación específica para el desarrollo estandarizado de fagos como medicamentos.
"Cada vez vemos más pacientes que están siendo tratados por este tipo de virus y que ya no solo se está tratado en países del este, sino que Alemania, Italia, España, Francia o Estados Unidos tienen redes para tratar pacientes con este tipo de terapia", ha precisado la microbióloga, añadiendo que están surgiendo programas de investigación con gran financiación a nivel europeo.
"Es una terapia que tiene mucha esperanza y confío en que sea una solución para los pacientes, sobre todo para aquellos con infecciones crónicas", ha resaltado. Para finalizar, ha señalado que probablemente en un año haya instalaciones para producir ciertos productos de fagoterapia.
NUEVAS TÉCNICAS DE DIAGNÓSTICO RÁPIDO
Por su parte, la vicepresidenta de SEIMC, Patricia Ruiz, especialista en Microbiología Clínica, ha abordado la importancia de las nuevas técnicas de diagnóstico rápido en este campo, con tecnologías como la espectometría de masas o los programas de optimización de antimicrobianos, ya que son métodos que permiten detectar el agente causante de una infección en apenas unas horas para aplicar el tratamiento más adecuado.
Ruiz ha destacado que el tiempo de respuesta tiene un impacto "directo" en el devenir del paciente, de forma que cuanto más rápido puedan dar los especialistas información sobre el diagnóstico, mejor va a ser el manejo del afectado y, por tanto, sus resultados clínicos.
A este respecto, ha detallado que en casos de sepsis el riesgo de mortalidad aumenta un ocho por ciento por cada hora de retraso sin el tratamiento adecuado, mientras que uno de cada ocho pacientes puede sobrevivir si se inicia el tratamiento óptimo en 12 horas. En el caso de la maningitis, ha advertido que el retraso en el tratamiento aumenta el riesgo de desarrollar daño cerebral a largo plazo.
"Es un ejemplo de que nosotros como profesionales podemos aportar muchísimo en el campo, somos los que nos encargamos del diagnóstico de las enfermedades infecciosas, del diagnóstico de laboratorio en compañía siempre y de la mano de nuestros compañeros de enfermedades infecciosas", ha destacado.
Con el objetivo de poder aprovechar las nuevas tecnologías de microbiología clínica en beneficio del paciente, Ruiz ha demandado durante el encuentro que todos los hospitales cuenten con servicios de atención continuada en microbiología clínica, las 24 horas y siete días a la semana.