El factor de crecimiento TGFbeta3, posible diana para tratar la enfermedad renal asociada a la obesidad

Elia Escasany, premio Margarita Lorenzo 2017
FUNDACIÓN LILLY
Actualizado: lunes, 6 noviembre 2017 18:40

MADRID, 6 Nov. (EUROPA PRESS) -

El factor de crecimiento TGFbeta3 parece jugar un papel clave en el metabolismo lipídico del riñón, especialmente en situaciones de obesidad, por lo que podría convertirse en una posible diana terapéutica en el tratamiento de la enfermedad renal en estos casos.

Así se desprende de las estudios realizados por la investigadora Elia Escasany Martínez, de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, que le han valido el Premio Científico 'Margarita Lorenzo 2017' en el 40 Congreso Anual de la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular (SEBBM), celebrado recientemente en Barcelona.

El galardón, otorgado en colaboración con la Fundación Lilly, reconoce los mejores trabajos presentados por investigadores menores de 35 años en el ámbito temático de diabetes, obesidad y regulación metabólica.

En este caso, la investigadora trataba de entender los mecanismos tempranos del desarrollo del daño renal en pacientes con obesidad, con el objetivo de poder frenarlo antes de que sea irreversible, en los que está implicado ese factor de crecimiento.

La hipótesis principal del estudio es que el ambiente tóxico producido por el exceso de lípidos observado típicamente en la obesidad, la diabetes tipo 2 y en el síndrome metabólico puede activar vías de estrés inducidas por lípidos en fases iniciales de disfunción del riñón.

"Consideramos que TGFbeta3 podría jugar un papel fundamental en ese proceso fisiopatológico y que, por tanto, tiene un potencial terapéutico para el riñón", ha explicado la investigadora.

Para discernir su función, disponían de un modelo animal modificado genéticamente con niveles disminuidos para este gen, al cual facilitaron dos tipos de dietas, una rica en grasa y normal.

Y las principales conclusiones arrojadas por el estudio hasta el momento dejan entrever que el TGFbeta3 podría actuar como agente antifibrótico en el desarrollo de fibrosis renal durante periodos de obesidad.

Igualmente, al comprobar su papel en el metabolismo lipídico del riñón, especialmente en situaciones de obesidad, entienden que unos niveles reducidos acelerarían la aparición de fibrosis renal con la edad, según Escasany.