MADRID, 13 Dic. (Reuters/EP) -
En hombres con cáncer de próstata descubierto porque tenían síntomas o se vislumbraron durante un tratamiento para otro problema médico, la cirugía radical de próstata lleva a un promedio de tres años adicionales de vida en comparación con un enfoque de espera vigilante, según ha concluido un estudio escandinavo a largo plazo.
Esta investigación, publicada en la revista 'The New England Journal of Medicine', ha descubierto además que este beneficio resulta aún más pronunicado en hombres menores de 65 años. Sin embargo, no se aplican a cánceres de próstata detectados durante una prueba de diagnóstico rutinaria, como en los análisis de sangre para medir el antígeno prostático específico (PSA, por sus siglas en inglés).
"Lo que demostramos es que la prostatectomía radical puede curar el cáncer de próstata, pero es solo para aquellos que desarrollan una enfermedad letal y que están lo suficientemente saludables como para no morir de otra cosa. Incluso en nuestro estudio con tumores avanzados, casi el 70 por ciento de los hombres murieron por otras causas, por lo que demuestra que no se debe tratar de inmediato, especialmente los tumores de riesgo intermedio o bajo. Debes esperar y ver si se vuelven más agresivos y luego tratarlos", explica la líder del estudio, Anna Bill-Axelson, de la Universidad de Uppsala (Suecia).
El ensayo involucró a 695 hombres en 14 centros en Suecia, Finlandia e Islandia. Durante el seguimiento, durante un promedio de 23 años, hubo un 45 por ciento menos de muertes relacionadas con el cáncer de próstata en hombres que se sometieron a una cirugía radical. Para 2017, el 80 por ciento había muerto por cualquier causa. Entre los hombres que tuvieron cirugía inmediata, el 72 por ciento murió; entre los que no lo hicieron, el 84 por ciento falleció.
El cáncer de próstata representó el 20 por ciento de las muertes en el grupo de cirugía y el 31 por ciento de las muertes en la cohorte de espera vigilante. Todos los voluntarios tenían menos de 75 años al comienzo, con una esperanza de vida de al menos 10 años. El cáncer se diseminó en el 27 por ciento del grupo de cirugía y en el 43 por ciento del grupo de espera vigilante.
La prostatectomía radical (extirpación) produjo el mayor beneficio entre los hombres diagnosticados antes de los 65 años. Entre estos hombres, la mortalidad general fue 15 puntos porcentuales más baja, la mortalidad por cáncer de próstata fue 15,1 puntos porcentuales más baja y el riesgo de metástasis fue 18,6 puntos más bajo en el grupo al que se extirpó la próstata.