MADRID, 7 Jun. (EUROPA PRESS) -
La enfermedad de Crohn puede afectar a cualquier parte del intestino, generalmente a la unión del delgado con el grueso (íleon) causando una obstrucción al paso de los alimentos, por lo que extirpar la zona lesionada puede evitar los síntomas dolorosos y hacer que los pacientes recuperen su calidad de vida.
Así lo ha reconocido el presidente de la Asociación Española de Coloproctología y jefe del Servicio de Cirugía General y Digestiva del Hospital de Donosti de San Sebastián, José María Enríquez-Navascués, durante el simposio 'Complicaciones en Cirugía Colorrectal' organizado por Ethicon.
La incidencia de la enfermedad de Crohn, junto la colitis ulcerosa, es de 10-25 casos nuevos al año por cada cien mil habitantes, con una prevalencia en la población de 250-300 casos por cien mil habitantes.
En dicho encuentro han destacado las ventajas de la cirugía laparoscópica para mejorar la corrección anatómica, es decir, que no vuelva a producirse el prolapso (desplazamiento de órganos de su ubicación habitual), y que se recupere funcionalmente, evitando la incontinencia fecal o la dificultad defecatoria que pudiera existir previamente.
Otro de los temas principales tratados durante el simposio se ha centrado en cómo prevenir infecciones en cirugía colorrectal, para lo que se aplicaron un grupo de medidas seleccionadas por sus mecanismos de acción para evitar infecciones de las heridas, tanto superficiales, de la herida quirúrgica, como intrabdominales, más graves.
En cuanto a la ilestomía, el doctor explica que se trata de un tipo de estoma, ano artificial, que se realiza con una parte del intestino delgado, ileon, y suele hacerse de manera temporal para "evitar que el contenido fecal pase al intestino grueso o al recto y de esta manera proteger la sutura que une los dos segmentos intestinales, mientras ésta cicatriza y se consolida".