CASTELLÓ 19 May. (EUROPA PRESS) -
La extirpación de la vesícula por laparoscopia evita*trastornos graves como la pancreatitis, según ha informado Vithas en un comunicado.
La mayoría de las veces, los cálculos biliares no causan ningún síntoma y no requieren tratamiento, sin embargo, si un cálculo biliar queda atrapado en un conducto de la vesícula biliar, puede causar un dolor abdominal intenso y constante que es el llamado cólico biliar.
Si el cálculo biliar bloquea el flujo de bilis, puede desencadenar una sintomatología acompañada no solo de dolor intenso, sino también de fiebre, diarrea, ictericia o falta de apetito.
Tal como ha explicado el doctor Antonio Barrasa, especialista en cirugía general y del aparato digestivo de Vithas Castellón y Vithas Valencia 9 de octubre, "los pacientes con colelitiasis suelen presentar cuadros de dolor abdominal, generalmente relacionados con la ingesta".
No obstantes, ha dicho, en ocasiones, las piedras pueden provocar infecciones de la vesícula y las vías biliares, o inflamación del páncreas, "que si no son tratadas a tiempo, pueden llegar a convertirse en patologías graves, por lo que la intervención quirúrgica sin demora excesiva es fundamental".
REPETIDOS EPISODIOS DE INFLAMACIÓN
Además, ha señalado que "con los repetidos episodios de inflamación de la vesícula, la intervención se va haciendo cada vez más compleja y con ello se incrementa el riesgo de complicaciones".
La técnica quirúrgica empleada en Vithas Castellón para tratar la colelitiasis es la colecistectomía laparoscópica, es decir, la extirpación de la vesícula por laparoscopia con instrumentos que se colocan en pequeñas incisiones en el abdomen, y está indicada en el tratamiento de diversas enfermedades de vesícula, como las colecistitis calculosa, los pólipos de vesícula o la vesícula de porcelana.
Este tipo de intervención es poco invasiva, muy frecuente y muy bien tolerada que implica menos dolor y menos riesgo de infecciones, permitiendo que el paciente salga antes del hospital y se pueda incorporar más precozmente a sus actividades habituales. Según el profesional, "la cirugía dura menos de una hora. El paciente se levanta y come la misma tarde de la intervención y se va a casa al día siguiente reincorporándose a su actividad habitual en aproximadamente 15 días".
Además, la laparoscopia permite que, mediante la ayuda de una cámara de vídeo, se reduzca el tamaño de las incisiones que se realizan para la cirugía. El doctor Barrasa ha hecho especial hincapié en señalar que, "en un 90 por ciento de los casos se considera el método estándar, pero, cuando la inflamación o las complicaciones provocadas por las piedras impiden que se pueda realizar de forma segura, es necesario realizar una cirugía tradicional con una amplia incisión en el costado derecho".
La colelitiasis es una de las patologías más comunes del tubo digestivo, y es más frecuente en mujeres por la exposición a estrógenos y progesterona y su prevalencia aumenta con la edad. "Otros factores, -ha señalado el especialista-, como una dieta rica en grasas, embarazo, obesidad, y algunas patologías hereditarias como la talasemia o la anemia falciforme, entre otras, aumentan los riesgos de padecer esta patología. De hecho, en sociedades occidentales entre 10% y 30% de los habitantes padecen colelitiasis y cada año hay un millón de casos nuevos".