Matthew Miller
MCMASTER UNIVERSITY
Publicado: martes, 16 enero 2018 18:56


MADRID, 16 Ene. (EUROPA PRESS) -

Un estudio de las universidades de McMaster y Montreal, en Canadá, ha revelado que las exposiciones previas al virus de la gripe puede suponer un factor de riesgo de mortalidad en caso de pandemia, según los resultados de un estudio que publica la revista 'mBio'.

Un hallazgo que sugiere que, aunque la exposición previa al virus puede generar inmunidad frente a la cepa en cuestión, e incluso a otras diferentes, puede haber excepciones a esta regla, aseguran los autores de la investigación.

En concreto, su análisis ha revelado que quienes nacieron durante la pandemia que causó en 1957 el virus A/H2N2, la llamada gripe asiática, presentaban un mayor riesgo de mortalidad durante la pandemia de gripe de 2009 que causó la variante A/H1N1, y al brote con el que posteriormente resurgió durante la temporada 2013-2014.

"Los resultados de este estudio tienen implicaciones importantes para la evaluación del riesgo de una pandemia y deben realizarse estudios en laboratorio para descubrir cuál es la causa de este problema", ha explicado Matthew Miller, uno de los autores de este trabajo.

Sobre todo, señalan los autores, porque el virus A sigue representando una de las mayores amenazas de salud pública por su tendencia a propagarse a nivel mundial. De hecho, tan solo en los últimos 100 años se han producido cinco pandemias, la llamada gripe española de 1918, también causada por la cepa A/H1N1, la gripe asiática, la gripe de Hong Kong de 1968 causada por la cepa H3N2, la gripe rusa de 1977 y la de 2009, que inicialmente se conoció como la gripe porcina.

Miller y su equipo revisaron la mortalidad mensual y los datos de circulación de gripe desde octubre de 1997 a julio de 2014 en Estados Unidos y México, lo que les permitió identificar en personas nacidas en 1952 picos de mortalidad excesiva durante la pandemia de gripe de 2009 y el posterior resurgir de la cepa A/H1N1 en la temporada 2013-2014.

Unos resultados que se alineaban con los observados durante al menos dos pandemias previas, la de 1918 y 1968, cuando hubo mayores tasas de mortalidad entre los nacidos durante los años previos, en 1890 y 1918 respectivamente.

"Sugeríamos que el fenómeno de 1918 no era único", dijo Miller, y por ello defiende que una exposición previa al virus "puede ser un factor de riesgo de mortalidad durante las pandemias posteriores causadas por cepas cruzadas".

"Creemos que hay una pieza importante que falta en este rompecabezas que se ha pasado por alto en la mayoría de las investigaciones sobre la gripe pandémica", ha añadido.

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