MADRID, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -
La exposición de una mujer embarazada al bisfenol A (BPA) que causa alteraciones endocrinas puede elevar el riesgo de obesidad de su progenie al reducir la sensibilidad a una hormona responsable del control del apetito, según un estudio publicado en la revista 'Endocrine Society Endocrinology'. El BPA es un producto químico que se encuentra en una variedad de envases para alimentos, incluyendo botellas de plástico de policarbonato y revestimientos de latas.
El BPA puede interferir con el sistema endocrino imitando el estrógeno, una de las principales hormonas sexuales encontradas en las mujeres. La investigación indica que la exposición al BPA es casi universal, con más del 90 por ciento de las personas examinadas en estudios de población que presentan niveles detectables de BPA y compuestos producidos cuando el cuerpo los metabolizaba en su orina.
A partir de 2014, se han publicado casi cien estudios epidemiológicos vinculando el BPA a varios problemas de salud, según la Introducción a las Sustancias Químicas que Perturban el Sistema Endocrino, un análisis de la Sociedad de Endocrinología de Estados Unidos y la red de organizaciones no gubernamentales IPEN.
El nuevo estudio encontró que ratones nacidos de madres expuestas a BPA fueron menos sensibles a la hormona leptina, que a veces se llama la hormona de la saciedad, porque ayuda a inhibir el apetito al reducir el hambre cuando el cuerpo no necesita energía. La hormona envía señales a la región del hipotálamo del cerebro que suprime el apetito.
"Nuestros hallazgos demuestran que el bisfenol A puede promover la obesidad en ratones mediante la alteración de los circuitos hipotalámicos en el cerebro que regulan el comportamiento alimentario y el equilibrio energético", subraya el autor principal del estudio, Alfonso Abizaid, del Departamento de Neurociencias de la Universidad de Ottawa, en Canadá.
"El bajo nivel de exposición prenatal al BPA retrasa una oleada de leptina después del nacimiento que permite a los ratones desarrollar la respuesta adecuada a la hormona. La exposición al BPA altera permanentemente la neurobiología de los ratones afectados, haciéndolos propensos a la obesidad cuando son adultos", añade.
Para examinar cómo BPA puede fomentar el desarrollo de la obesidad, los investigadores alimentaron a ratones embarazadas con BPA en su comida. Los ratones fueron expuestos a dosis de BPA que son inferiores a los niveles considerados seguros por la Administración de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) y Health Canada.
MENOS DENSIDAD DE FIBRA Y ACTIVIDAD CEREBRAL VINCULADA AL GASTO ENERGÉTICO
Una vez que los ratones dieron a luz, los investigadores dieron a sus descendientes inyecciones de leptina a varios intervalos y luego examinaron su tejido cerebral y analizaron su sangre para medir la respuesta a la hormona. Otros ratones hembra embarazadas no fueron expuestos a ningún producto químico o se les expuso a un químico de estrógeno llamado dietilestilbestrol (DES), con el fin de comparar a sus crías con las nacidas de roedores expuestos a BPA. Todos los ratones fueron alimentados con una dieta de control para eliminar las diferencias en la ingesta de alimentos.
Los ratones recién nacidos suelen presentar una oleada de leptina cuando tienen ocho días de edad que programa los circuitos del hipotálamo para responder a las señales de plenitud. El estudio encontró que los animales expuestos a BPA experimentaron esta oleada dos días tarde y los roedores expuestos a DES nunca tuvieron una oleada de leptina.
Cuando se les trató con leptina durante el transcurso de dos días, los animales de control que no estuvieron expuestos a ninguna de las sustancias químicas perdieron más peso que los ratones expuestos a BPA o DES. Además, los científicos encontraron que los ratones expuestos a BPA antes del nacimiento presentaban una reducción de la densidad de fibra y la actividad cerebral en los circuitos del hipotálamo involucrados en la regulación del gasto energético.
"Este estudio mejora nuestra comprensión de cómo BPA puede interrumpir el sistema endocrino de una manera que aumenta el riesgo de obesidad en los animales", dice Abizaid. "Como BPA también se ha relacionado con la obesidad en los seres humanos, las personas tienen que ser conscientes de que los factores ambientales pueden llevar a una mayor susceptibilidad a la obesidad y los trastornos cardio-metabólicos", concluye.