MADRID, 17 Ene. (EUROPA PRESS) -
La administración durante la mañana de la terapia de exposición a la luz azul puede ayudar al proceso de curación de una lesión cerebral traumática leve, según ha evidenciado una nueva de la Universidad de Arizona (Estados Unidos) publicada en la revista 'Neurobiology of Disease'.
Y es que, la exposición diaria a esta luz ayuda a que estas personas reingresen al ritmo circadiano y duerman de manera más regular, lo que se traduce en mejoras en la función cognitiva, reducción de la somnolencia diurna y una reparación cerebral.
Las lesiones cerebrales traumáticas leves a menudo son el resultado de caídas, peleas, accidentes automovilísticos y deportivos. "Tu cerebro tiene la consistencia de una gelatina espesa. Imagina una taza de gelatina golpeada por el volante en un accidente automovilístico. ¿Qué está haciendo? Absorbe el impacto y rebota. Durante ese impacto, las células cerebrales microscópicas se vuelven más delgadas que un mechón de cabello", han explicado los expertos.
Aquellos que han sufrido una conmoción cerebral pueden desorientarse o, incluso, perder el conocimiento brevemente después de la lesión. Sin embargo, la pérdida de la conciencia no siempre ocurre y muchas personas que sufren una conmoción cerebral pueden no darse cuenta de que la han sufrido. Los dolores de cabeza, problemas de atención, confusión mental o dificultad para dormir son síntomas que persistir durante semanas o meses para algunas personas.
Investigaciones recientes han demostrado que el cerebro se repara durante el sueño, por lo que los expertos buscaron determinar si la mejora del sueño condujo a una recuperación más rápida. Para ello, en un ensayo clínico aleatorizado, los adultos que habían sufrido una lesión cerebral traumática leve usaron un dispositivo que proyecta una luz azul brillante a los participantes desde su escritorio o mesas durante 30 minutos, cada mañana y durante seis semanas. Los grupos de control fueron expuestos a luz ámbar brillante.
"La luz azul suprime la producción cerebral de una sustancia química llamada melatonina. No quieres melatonina por la mañana porque te produce somnolencia y prepara el cerebro para dormir. Cuando estás expuesto a la luz azul por la mañana, cambia el reloj biológico de tu cerebro para que por la noche, la melatonina se active antes y ayude a conciliar el sueño y permanecer dormido", han explicado los investigadores.
Como resultado del tratamiento con luz azul, los participantes se quedaron dormidos y tenían menos sueño durante el día. "Creemos que estamos facilitando la curación del cerebro al promover un mejor sueño y una alineación circadiana y, a medida que estos sistemas sanan, estas áreas del cerebro se comunican entre sí de manera más efectiva. Eso podría ser lo que se traduce en mejoras en la cognición y menos somnolencia diurna", han zanjado los investigadores.