MADRID 18 Jun. (EUROPA PRESS) -
Profesionales clínicos, responsables públicos y representantes de organizaciones de pacientes han urgido a reforzar la colaboración entre los ámbitos educativo y sanitario para ofrecer una atención integral a la salud mental desde la infancia ante el aumento del malestar psíquico que se está produciendo en menores.
Este tema ha centrado la jornada 'Hablemos de Salud Mental: desde la infancia a la edad adulta', que el Observatorio de Salud ha celebrado en la Real Academia Nacional de Medicina con el apoyo de Takeda. En este acto se ha destacado el aumento sostenido de trastornos como el trastorno del espectro autista (TEA), el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), los trastornos de conducta alimentaria (TCA), así como problemáticas sociales como el 'bullying', autolesiones, intentos de suicidio y uso compulsivo de redes.
"El abordaje debería hacerse desde Atención Primaria, pero hay deficiencias de formación y escasez de profesionales. Aunque se ha incrementado el número de camas hospitalarias, siguen existiendo largas listas de espera en recursos intermedios. Por eso es vital una colaboración real entre sanidad y educación", ha señalado el jefe de Psiquiatría del Niño y Adolescente del Hospital Gregorio Marañón, Celso Arango.
La apertura institucional de la jornada la ha realizado el viceconsejero de Política y Organización Educativa de la Comunidad de Madrid, José Carlos Fernández, quien ha defendido el papel esencial de los centros escolares en la detección precoz del malestar psíquico.
Fernández ha aludido a la estrategia que desarrolla la Comunidad de Madrid desde los hospitales Gregorio Marañón, La Paz y el Hospital del Sureste en Arganda para actuar sobre los centros educativos de sus zonas y trabajar con psiquiatras y profesionales de la salud para atender a los alumnos en aspectos relacionados con la salud mental.
DIFERENCIAS DE GÉNERO EN EL DIAGNÓSTICO
Por su parte, el jefe del servicio de Psiquiatría del Hospital Infanta Leonor, Javier Quintero, ha abordado las diferencias de género en el diagnóstico, que es "clave" reconocer para mejorar la detección temprana y personalizar la atención. Según ha precisado, los niños suelen presentar más trastornos externalizantes como el TDAH o el trastorno negativista desafiante, mientras que en las niñas se detectan más trastornos internalizantes como ansiedad, depresión o TCA, que pueden hacer que queden infradiagnosticadas al presentar síntomas menos visibles o disruptivos.
La presidenta de la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental, Marina Díaz Marsá, profesional del Hospital Clínico San Carlos, ha abordado los efectos del trauma en la adolescencia, el auge de los trastornos alimentarios y la necesidad de reforzar el papel de las familias en la prevención del suicidio juvenil. "Los trastornos de conducta alimentaria y las adicciones son enfermedades mentales con una etiología multifactorial (...) no son otra cosa que una manera de intentar controlar, bien por las conductas alimentarias o por el consumo de sustancias, un malestar profundo que hay que intentar paliar y tratar", ha detallado.
Desde el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, Ester Camprodon ha compartido el modelo Henka, centrado en la prevención desde los centros educativos: "Este programa representa un cambio de cultura en la respuesta al incremento del malestar emocional entre adolescentes. Es un proyecto vivo que se adapta gracias a las aportaciones de estudiantes, familias y docentes, y que se está escalando gracias a alianzas públicas y privadas".
Con todo, el evento ha servido como un espacio de escucha y compromiso colectivo, y ha reafirmado la urgencia de tejer una red estable entre salud, educación y tejido social que proteja el bienestar emocional desde los primeros años de vida.