Expertos en tumor cerebral niegan que el cambio de conducta que sufra un enfermo pueda llevarle a asesinar

Actualizado: viernes, 7 junio 2013 17:00

MADRID 7 Jun. (EUROPA PRESS) -

Expertos en tumor cerebral han negado este viernes que la aparición de un tumor cerebral en una persona pueda llegar a cambiar tanto su conducta como para llevarle a cometer un asesinato y han asegurado que "no tiene sentido" vincular los presuntos crímenes del falso monje shaolín Juan Carlos Aguilar con esta enfermedad.

En declaraciones a los medios, el presidente de la Asociación de Afectados por Tumores Cerebrales en España (ASATE), Oscar Prieto, ha reconocido que "en algunos casos" el tumor cerebral sí que puede generar "un ligero grado de agresividad" en la persona, afectando a su "comportamiento social" o a su distinción "entre el bien y el mal", si bien ha subrayado que no sería un cambio tal como para desembocar en un "asesinato premeditado".

"No tiene sentido que un tumor cerebral lleve a matar a una persona de esa forma. Un asesinato no guarda relación con un tumor", ha sostenido Prieto.

En este sentido, el coordinador del comité de Neurooncología del Hospital Clínico Universitario San Carlos de Madrid, Pedro Pérez, ha apuntado que el tumor cerebral sí que puede alterar la conducta tanto de manera positiva, "con un exceso de alegría", o negativa, "descontrol o no atenerse a las normas de convivencia". Todo depende, según ha matizado, de "la localización y la velocidad" de crecimiento del tumor.

Por último, Pérez ha aclarado que la unión de un tumor a un cuadro psicológico o psiquiátrico complicado de una persona no tiene porqué siempre "empeorar" la conducta social del enfermo. "A veces puede empeorar o al contrario", ha indicado.

LOS NEURÓLOGOS LO CORROBORAN

Los tumores cerebrales no pueden convertir a una persona en un asesino o en un torturador, a pesar de que provoquen trastornos agresivos que, no obstante, son siempre impulsivos y "nunca" predeterminados, aseguraba a Europa Press el neurólogo del Hospital USP San Camilo de Madrid, Antonio Yusta.

"Estos pacientes pueden tener conductas mucho más agresivas, una impulsividad en un momento determinado a pegarse con gente o, incluso, a cometer un delito, pero nunca un tumor cerebral les conduce a delinquir dos veces consecutivas y, menos aún, a tener una organización en el sentido de matar a alguien y ocultar su cadáver", ha recalcado el experto.

En este sentido, Yusta ha explicado que dependiendo de dónde se localice el tumor los trastornos de conducta varían. Por ejemplo, si está localizado en la corteza fronto orbitraria, el paciente puede ser más inhibido o, por el contrario, tener una conducta muy detenida.

En el caso en el que este tumor se localice en el lóbulo temporal sí pueden puede provocar, "aunque es muy raro", trastornos más agresivos pero nunca hasta el punto de planificar un asesinato. "Cuando se llega hasta este límite es que la persona ya era rara y ya tenía una patología de base", ha zanjado el neurólogo.