MADRID 3 Jun. (EUROPA PRESS) -
El trasplante autólogo, una vía prometedora para el tratamiento de las enfermedades autoinmunes, además, e los próximos años, se espera la optimización de los regímenes de acondicionamiento pre-trasplante, así como mejoras en las técnicas de recolección y expansión de células madre, lo que permitirá una mayor eficacia y seguridad del procedimiento, han señalado expertos en el II 'Curso SER de Reumatología Emergente. Nuevas perspectivas de futuro', con la colaboración de GSK y Gebro Pharma.
El trasplante autólogo es una opción terapéutica en enfermedades reumáticas autoinmunes graves y refractarias, como la esclerosis sistémica, la artritis reumatoide y el lupus eritematoso sistémico. Esta técnica ha evidenciado su eficacia en ciertas enfermedades autoinmunes (EAS), ofreciendo remisión prolongada, reducción de la actividad de la enfermedad y mejora en la supervivencia libre de la enfermedad.
Sin embargo, "es importante destacar que la evidencia y los resultados varían según la enfermedad específica y, aunque ofrece una vía prometedora para el tratamiento de las EAS, también presenta una serie de desafíos importantes", según ha puesto de manifiesto la doctora Cristiana Sieiro, del Servicio de Reumatología del Complejo Asistencial Universitario de León.
Los pacientes que podrían beneficiarse del trasplante autólogo suelen ser aquellos con enfermedades autoinmunes graves y activas, que no han respondido adecuadamente a otros tratamientos convencionales o biológicos, y que presentan un riesgo significativo de progresión. Además, ha recordado que se trata de un procedimiento en el cual se extraen células madre sanas de la sangre o la médula ósea de un paciente, las cuales se almacenan y se devuelven al paciente después del tratamiento.
El trasplante autólogo de células madre reemplaza las células madre del paciente destruidas por el tratamiento con radiación o dosis altas de quimioterapia. De este modo se permite "resetear" el sistema inmunológico. Desafíos y perspectivas de futuro Entre los principales desafíos de esta técnica se encuentran los riesgos de infecciones debido a la supresión del sistema inmunológico, así como la mortalidad relacionada con el tratamiento.
"Además, existe la posibilidad de desarrollar neoplasias sólidas y hematológicas y enfermedades autoinmunes secundarias después del trasplante. También hay un riesgo significativo de recurrencia de la enfermedad. Sin embargo, más allá de estos riesgos médicos inherentes, la experiencia del centro y del equipo trasplantador juega un papel crucial en el éxito y la seguridad del trasplante autólogo", ha constatado Sieiro.
En los próximos años, se espera la optimización de los regímenes de acondicionamiento pre-trasplante, así como mejoras en las técnicas de recolección y expansión de células madre, lo que permitirá una mayor eficacia y seguridad del procedimiento. Asimismo, la investigación en terapias celulares (células CAR-T, las células T reguladoras y las células madre mesenquimales) abrirá nuevas posibilidades más personalizadas, efectivas y seguras para abordar estas patologías.
No obstante, "es importante que la decisión de realizar un trasplante autólogo sea individualizada porque los resultados varían según la enfermedad específica. Por ejemplo, en el caso de la esclerosis sistémica, existen datos más robustos respaldando la eficacia del trasplante autólogo de células madre hematopoyéticas (HCT) con resultados prometedores en términos de mejora de la afectación pulmonar y cutánea en estos pacientes", afirma Sieiro.
El Grupo de Trabajo de Enfermedades Autoinmunes de la Sociedad Europea de Trasplante de Sangre y Médula Ósea (EBMT) ha recopilado datos entre 1994 y 2021 de 247 centros ubicados en 40 países. Durante este período, se realizaron un total de 3.502 trasplantes autólogos y 217 trasplantes alogénicos, aproximadamente 800 casos de esclerosis sistémica, 120 de lupus eritematoso sistémico y 60 de otras enfermedades autoinmunes sistémicas.
España se sitúa entre los cinco países líderes en términos de volumen de trasplantes autólogos, según datos de la EBMT. En el contexto nacional, se destaca un enfoque específico en enfermedades como la esclerosis múltiple, la enfermedad de Crohn y la esclerosis sistémica para las indicaciones de trasplantes autólogos.