MADRID, 11 Nov. (EUROPA PRESS) -
Las personas que padecen o han padecido algún tipo de cáncer (cáncer de mama, pulmón, colon, próstata, etc.) deberían ser evaluados por un dermatólogo, según han resaltado expertos de la Unidad de Oncodermatología del complejo hospitalario Ruber Juan Bravo de Madrid.
Es frecuente que los pacientes que se someten a tratamientos oncológicos (quimioterapia, radioterapia o nuevas terapias biológicas) experimenten alteraciones en la piel, pelo, uñas y mucosas, por lo que es esencial desarrollar un plan para prevenir, diagnosticar y tratar estos eventos adversos agudos o crónicos.
"Para prevenir, diagnosticar y tratar estas afecciones relacionadas con las terapias oncológicas, surge la 'oncodermatología', una subespecialidad de la dermatología", señala el doctor Azael Freites Martinez, Coordinador de la Unidad de Oncodermatología del complejo hospitalario Ruber Juan Bravo, perteneciente al equipo de la doctora María Calvo Pulido.
Como pone de manifiesto el doctor, el papel más importante de la oncodermatología es una evaluación especializada y oportuna de los efectos adversos de las terapias oncológicas para ayudar a continuar con el tratamiento de una manera más satisfactoria, así como también ayuda a mejorar los efectos adversos persistentes después de las terapias oncológicas. Estudios demuestran que esto tiene como resultado un impacto positivo en la calidad de vida de los pacientes con cáncer.
Las erupciones relacionadas con el tratamiento oncológico pueden tomar muchas formas diferentes, que incluyen sequedad y picor, vitíligo, lesiones tipo acné, eccemas o alopecia.