MADRID, 10 Oct. (EUROPA PRESS) -
Expertos sanitarios en el cuidado de pacientes en sus últimos días han coincidido en la necesidad de reforzar las habilidades de comunicación de los profesionales de todos los ámbitos asistenciales para "ayudar a los pacientes y sus familias a afrontar esa situación de incertidumbre".
Según estos expertos, esas habilidades implicarían, entre otras cosas, "ser capaces de escuchar de forma activa al paciente, para intentar identificar cuáles son sus miedos más profundos y las necesidades que tiene como persona y ver cómo el sanitario puede ayudar a reducir la ansiedad que estos le producen".
El objetivo sería, además de atender la enfermedad, "intentar reducirle el sufrimiento evitable, el que no tiene que ver con el deterioro físico propio de la enfermedad sino con la parte espiritual y que viene marcada por el miedo y la incertidumbre".
Su importancia ha sido recogida en las Guías de Práctica Clínica (GPC) sobre cuidados paliativos, que se han presentado este viernes en la Jornada Científica de GuíaSalud, y en la GPC sobre Cuidados Paliativos en Pediatría y la GPC sobre atención paliativa al adulto en situación de últimos días, donde se recogen recomendaciones basadas en la evidencia para ayudar a los sanitarios a tomar las mejores decisiones en cada momento.
Más de 90 profesionales han participado en la elaboración y revisión de ambos documentos, que han sido elaborados por la Agencia de Conocimiento en Salud ACIS, de Galicia, en la referida a los adultos, y por el Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud IACS, en el caso pediátrico.
El objetivo de estas guías es ayudar a los profesionales a acompañar correctamente a los pacientes que están en situación de últimos días. En ellos se refleja cómo abordar el plano clínico. Y esto implica saber cómo paliar el dolor físico de los pacientes a través de técnicas clínicas, farmacológicas e incluso mediante un uso correcto de la nutrición e hidratación. Y, además, de facilitar el tránsito de los pacientes hacia una muerte dulce.
Además, incorpora factores a tener en cuenta para atender el plano emocional del paciente y de sus familias, para que sean partícipes desde el primer momento de su enfermedad y su futura evolución y puedan formar parte de la toma de decisiones. En el caso pediátrico, además, expone algunas de las peculiaridades que implica contar con pacientes menores de edad y cómo abordarlos atendiendo a su edad y madurez, así como las de sus hermanos.
Estas guías han sido elaboradas dentro del programa de GuíaSalud e incluidas en el catálogo, donde pueden consultarse. Además, cuentan con un plan de actualización constante, que implica una monitorizción con el objetivo de encontrar evidencias que respalden la idoneidad de seguir usando las recomendaciones reflejadas o, en caso contrario, poder incluir modificaciones.