MADRID 9 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los especialistas que participan en el Aula Europea de Odontología de la Universidad Europea destacan la necesidad de iniciar el cuidado dental desde los primeros meses de vida, por lo que señalan que no sólo no hay que esperar a que el niño tenga los dientes definitivos para comenzar con una correcta higiene, sino que hay que mantener la limpieza de las encías desde que es un bebé.
La odontopediatra y una de las ponentes en el encuentro Eva María Martínez Pérez señaló que "los restos de leche pueden provocar alteraciones en la flora bacteriana de la boca, por lo que es aconsejable limpiar las encías con una gasita después de cada toma. Hay que tener en cuenta que los dientes de leche, a pesar de que se vayan a caer en un futuro, tienen su función, y su pérdida prematura puede suponer un menoscabo de estas funciones", dijo.
Por ello, esta experta insta a cuidar los dientes del bebé ya desde la gestación, evitando tomar muchos hidratos de carbono puesto que "su exceso puede alterar su formación" y, una vez que comienzan a salir los dientes, este gesto cobra aún mayor importancia ya que incluso la leche materna puede producir caries si no se acompaña de una adecuada higiene. "Además muchas leches de continuación tienen un altísimo contenido en hidratos de carbono", puntualizó.
A medida que el niño se va haciendo más mayor, esta experta aconseja continuar la limpieza con un cepillo infantil, al principio sin pasta y luego, a partir de los dos años, con muy poquita cantidad de dentífrico infantil adecuado a su edad. "En el momento en que hay algún diente asomando, las bacterias van produciendo ácidos que afectan al diente a pesar de que sea de leche y el bebé sea muy pequeño", explicaron los expertos.
La doctora Martínez recomienda que la primera visita al dentista se haga dentro de los dos primeros años, puesto que "ya hay muchos niños que a esa edad han sufrido traumatismos, tienen caries, problemas de oclusión provocados por el chupete o porque se chupan el dedo y que si no se abordan a tiempo pueden requerir tratamientos más complejos en un futuro".
PREOCUPACIÓN POR LA ORTODONCIA, PERO NO POR LA LIMPIEZA
La doctora Martínez cree que en los últimos años ha cambiado la posición de los padres respecto a la salud bucodental, aunque aún hay mucho por hacer. En su opinión, en la actualidad hay una excesiva preocupación por si sus niños tienen que llevar aparato, pero no tanto por el resto de los cuidados.
"De hecho, podríamos estamos viendo en las consultas un leve aumento de pequeños con caries y sarro, fundamentalmente provocadas por alimentos ricos en azúcar y por productos que requieren poca masticación y no van acompañados de una higiene posterior, como el consumo de zumos de 'brik' o bollería, aseguró.
En ese sentido, explica que sería más sano merendar, por ejemplo, un bocadillo de pan tradicional que uno hecho a base de pan de molde, puesto que este último, al ser mucho más blando, requiere menos masticación, lo que disminuye la "autolimpieza" de los dientes y favorece el acúmulo de sarro.