MADRID, 8 Oct. (EUROPA PRESS) -
Expertos psiquiatras celebran el Día Mundial de la Salud Mental, que se conmemora este domingo, tras pasar desapercibido durante muchos años, salvo para pacientes y profesionales, pero que con la pandemia se ha erigido como un problema serio y ha evidenciado la importancia de la salud mental.
Para algunos profesionales, como la coordinadora de la unidad de TCA del Hospital Clínico San Carlos y vicepresidenta de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica, Marina Díaz, "los pilares de una buena salud son la ciencia y la humanidad", por lo que ha pedido a sus compañeros de profesión tener en cuenta la evidencia científica y los avances médicos "pero sin perder de vista la cercanía y humanidad que ayude a disminuir el sufrimiento".
Los expertos señalan que la pandemia ha aumentado los trastornos de ansiedad, inseguridad, irritabilidad, desconfianza, etc., ante lo que han visto multiplicada su demanda, sin olvidar que también estuvieron cerca de los afectados por la COVID-19 y de sus familiares.
Otro de los problemas que han experimentado los psiquiatras y psicólogos, según afirman, es que ha incrementado los problemas de maduración en los jóvenes, "quienes han tenido que aprender en solitario al otro lado de la pantalla del ordenador".
"En nuestras consultas ha habido un aumento significativo de las autolesiones y las conductas impulsivas asociadas a problemas de personalidad que es necesario abordar", ha explicado el catedrático de Psiquiatría de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y presidente de la Sociedad de Psiquiatría de Madrid, Jose Luis Carrasco.
Una enfermedad de salud mental que también ha crecido durante la pandemia es la relacionada con los trastornos de la conducta alimentaria. Los expertos apuntan, en concreto, a las mujeres jóvenes que durante el confinamiento se vieron expuestas a recomendaciones dietéticas y de ejercicio de forma continuada y que perdieron sus rutinas y las relaciones interpersonales con sus iguales, lo que derivado en afrontar su inseguridad y vulnerabilidad en forma de trastornos de la alimentación.
"Los trastornos en la alimentación han aumentado de forma significativa y, además, lo han hecho de una forma más grave, lo que puede conllevar tener importantes repercusiones orgánicas", ha asegurado Marina Díaz.
Frente a estos casos, y algunos más, el catedrático Jose Luis Carrasco, sostiene que ahora "el deber de los psiquiatras es doble: prevención y tratamiento". La prevención, a su juicio, mediante la concienciación a la sociedad de que se es vulnerable y que deben hacerse más fuertes aceptando eso y en cuanto al tratamiento porque "es hora de desterrar los discursos ideológicos y demagógicos" que niegan la enfermedad mental.