Expertos proponen una serie de buenas prácticas para reducir la mortalidad de pacientes en estado crítico

Archivo - Covid-19, coronavirus, UCI, hospital.
Archivo - Covid-19, coronavirus, UCI, hospital. - ISTOCK/TEMPURA - Archivo
Publicado: lunes, 27 septiembre 2021 12:31


MADRID, 27 Sep. (EUROPA PRESS) -

Un nuevo estudio dirigido por investigadores del Karolinska Institutet (Suecia) ha descrito un conjunto básico de intervenciones asistenciales que, según los expertos mundiales, debería estar disponible para todos los pacientes en estado crítico. El estudio, publicado en la revista 'BMJ Global Health', ofrece un plan para que los hospitales sepan cómo reducir las muertes evitables, incluidas las causadas por la COVID-19.

La enfermedad crítica se produce cuando los órganos vitales de un paciente se vuelven disfuncionales y existe un riesgo de muerte inminente. En la enfermedad crítica, las vías respiratorias, la respiración o la circulación del paciente pueden verse comprometidas y la identificación temprana del problema y la atención oportuna pueden salvar la vida.

En el estudio, se pidió al grupo de expertos, compuesto por diversos especialistas médicos de países de ingresos medios y bajos, que calificara una serie de tratamientos y acciones propuestas, adaptadas a partir de las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre Cuidados Básicos de Urgencia.

A lo largo de tres rondas, se alcanzó un consenso de más del 90 por ciento de los expertos, lo que dio lugar a un paquete de 40 procesos clínicos y 67 requisitos de preparación hospitalaria, más otros siete y nueve, respectivamente, para la COVID-19.

"Presentamos a los trabajadores sanitarios y a los responsables políticos una caja de herramientas esencial consistente en una atención eficaz y de bajo coste que todos los hospitales deberían poder ofrecer. Adoptando estos, en algunos casos pequeños cambios en las prácticas, los hospitales de todo el mundo podrían reducir las altas tasas de mortalidad de los pacientes en estado crítico", afirma el autor correspondiente del trabajo, Carl Otto Schell.

Algunos ejemplos de estas buenas prácticas son la evaluación periódica de las constantes vitales, como el pulso, la saturación de oxígeno y la presión arterial; o el cuidado de los pacientes con vías respiratorias amenazadas, dificultad para respirar, circulación comprometida o un nivel de conciencia reducido, utilizando elementos sencillos como el posicionamiento del cuerpo, la terapia de oxígeno y los fluidos intravenosos.

Asimismo, se recoge una lista de elementos (equipos, consumibles, medicamentos, formación, infraestructura y otros) necesarios para que un hospital esté preparado para identificar y atender a los pacientes en estado crítico; así como una sección especial sobre cómo atender a los pacientes en estado crítico de la COVID-19, incluida la monitorización frecuente de la saturación de oxígeno y el uso de heparina y corticosteroides.