MADRID, 4 Feb. (EUROPA PRESS) -
José Luis Piñana, coordinador de Complicaciones Infecciosas y No Infecciosas del Grupo Español de Trasplante Hematopoyético (GETH) y hematólogo del Hospital Clínico Universitario de Valencia, ha pedido que los pacientes con cáncer hematológico sean un grupo prioritario en la vacunación frente a la COVID-19.
"En las próximas semanas difundiremos unas recomendaciones en este sentido desde la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia", ha apuntado en una sesión científica organizada con motivo del Día Mundial contra el Cáncer organizada entre la SEHH y la Real Academia Nacional de Medicina de España (RANME), bajo el título 'Avances en el abordaje del cáncer hematológico', patrocinada por Sanofi Genzyme.
Este experto ha explicado cómo el paciente con cáncer hematológico es de los más vulnerables frente al COVID-19, en base a los datos del estudio 'Risk factors and outcome of COVID-19 in patients with hematological malignancies', publicado en la revista científica 'Experimental Hematology & Oncology'.
"La mortalidad global en estos pacientes se ha situado en torno al 30 por ciento y entre el 20 por ciento y el 30 por ciento en receptores de trasplante hematopoyético", ha detallado. Asimismo, ha indicado que el COVID-19 "ha tenido un gran impacto en la actividad asistencial de los equipos de TPH y de terapia CAR-T, con una reducción importante de la actividad durante los peores meses (marzo, abril y mayo), recuperada en época estival".
Las hemopatías malignas, en su conjunto, ocupan el tercer lugar en la clasificación general del cáncer, por detrás del cáncer de pulmón y mama. Aunque hay identificados más de una decena de cánceres de la sangre, los linfomas, las leucemias y los mielomas son los más frecuentes, con una incidencia anual estimada de 10.000, 6.000 y 3.000 casos respectivamente, según datos de la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN). Se estima que cerca de 30.000 españoles padecerán algún cáncer hematológico en 2021 y, en cuanto a la prevalencia, que en España podría haber 23.000, 16.000 y 25.000 pacientes con linfoma, leucemia y mieloma, respectivamente.
En un plano más general y dejando la COVID-19 a un lado, "el pronóstico de las enfermedades hematológicas neoplásicas ha experimentado una mejora extraordinaria en los últimos 40 años", ha explicado María Dolores Caballero, presidenta del Grupo Español de Linfomas y Trasplante Autólogo de Médula Ósea (GELTAMO) y hematóloga del Hospital Universitario de Salamanca.
Estos avances "han sido posibles gracias al fácil acceso a las células tumorales a través de un análisis de sangre o mediante el examen de la médula ósea, que ha permitido un gran desarrollo en su conocimiento celular", ha afirmado la experta.
"Otro pilar fundamental ha sido el amplio arsenal terapéutico con que cuenta la hematología: quimioterápicos, anticuerpos monoclonales, inmunoterápicos, inhibidores de vías celulares y terapia celular (células CAR- T y trasplante hematopoyético). A medio y largo plazo, los hematólogos seremos capaces de aplicar una verdadera medicina personalizada, administrando a cada paciente el tratamiento más eficaz y en la cantidad que necesita", ha añadido.
"En los últimos años ha habido muchos avances en el tratamiento de las hemopatías malignas con inmunoterapia, especialmente con los anticuerpos monoclonales y, en particular, con los biespecíficos o BiTEs, pero no cabe duda de que la gran protagonista ha sido la terapia CAR- T", ha agregado el presidente de la SEHH, Ramón García Sanz.